Cuando adelantar mucho no es un buen dato

Empecemos por lo evidente: en una carrera, el que va primero es el único que no necesita adelantar. Así que quizá ese supuesto resulte el más deseable para quien aspira a la victoria. Ahora bien, siempre que no se está en tan privilegiada posición de cabeza es positivo tener la facilidad de superar a los rivales de la que se enorgullecen en Ferrari en este primer tercio del Mundial de Fórmula 1. Sin embargo, no conviene pasar por alto la consideración inicial, ésa que apunta a que Alonso y Massa se están hinchando a adelantar en 2013 precisamente porque lo necesitan para llegar hasta la vanguardia del pelotón después de no empezar la competición en la mejor de la posición posible. Es decir, pagan con sudor y esfuerzo las carencias evidentes que demuestran en la calificación.

El potencial del F138 en carrera y la agresividad de sus pilotos deben ser tenidos en cuenta y valorados, pero sin perder de vista las carencias que obligan a las exhibiciones posteriores. Además, es indiscutible que cada maniobra de adelantamiento conlleva unos riesgos añadidos que pueden llegar a comprometer la remontada, empezando por los más patentes de la salida y terminando por cada uno de los intentos que el perseguidor realice sobre quien le precede, dependiendo de si es un pilotos más o menos correoso u obstinado en la defensa de su plaza. Con todo esto quiero decir que, personalmente, el hecho de que los Ferrari adelanten mucho no me consuela de manera especial. Me parece atractivo para el espectáculo, pero preferiría que Alonso ganase más carreras antes que jugársela en cada una de ellas sobrepasando a tantos contrincantes.

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