Merecidas y necesarias vacaciones

En los casi 20 años que sigo al Cádiz sólo en contadas ocasiones hemos llegado a finales de diciembre con bagaje positivo. Los números hablan por sí solos y el equipo responde a las expectativas creadas cuando el presidente del Submarino Amarillo, Antonio Muñoz, y su equipo se proponían, consumado el descenso, retornar cuanto antes a la categoría perdida. Con sólo un encuentro perdido, a falta de una jornada para la culminación de la primera vuelta, los de Javi Gracia son líderes indiscutibles y claros favoritos a ocupar uno de los puestos que a finales de mayo darán opción a la fase de ascenso. Sin embargo, las vacaciones navideñas, merecidas por lo expuesto, son también necesarias. En las últimas jornadas el equipo bajó ostensiblemente su rendimiento e incluso me preocupa lo que visto desde fuera parece cansancio físico.

No quiero pensar que lo sucedido los dos últimos partidos sea relajación. Quiero ser objetivo y atenerme a lo complicado que debe ser mantener el ritmo cuando por jornada que pasa los rivales te van conociendo casi de forma milimétrica. En definitiva, espero que el próximo 4 de enero ante el Guadalajara volvamos a respirar tranquilos con el Cádiz, que en gran parte de la competición ha demostrado su superioridad. A partir de ahora nadie perdona y será en el transcurso de la segunda vuelta cuando se deberá demostrar que hay plantel para ascender en junio y retornar a la categoría que nunca merecimos perder los gaditanos.