Nadie dice la verdad en este asunto

No me creo las razones del Rabobank. El equipo tenía que saber perfectamente dónde estaba Rasmussen, porque es su obligación. Cuando yo era director deportivo conocía en todo momento dónde estaban mis corredores, porque siempre puede haber una baja para cualquier carrera y hay que llamar a otro. Y tampoco me creo la versión del Tour. Desde que Rasmussen se puso de amarillo se supo que se había saltado unos controles. Lo dijo la Federación Danesa y la UCI. Pero claro, al Tour le venía muy mal para el espectáculo echar a Rasmussen antes de los Pirineos porque, entre otras cosas, en vez de hablar de la carrera estaríamos hablando del escándalo, como ahora.

Yantes del Rabobank y el Tour, la que mintió y engañó al Tour fue la UCI, que estaba obligada a informar a los organizadores del caso antes de que empezara la carrera. Si llega a ser así, seguro que el Tour no hubiera dejado tomar la salida a Rasmussen. Pero todos sabemos que la UCI y el Tour de Francia son grandes enemigos y de esta pelea salen males y penurias para el ciclismo. Nadie dice la verdad, todo es mentira tras mentira. Y los ciclistas son ahora marionetas, con todos los respetos, que tienen que firmar todo lo que quieren los demás.

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