
El gol del atacante chino, el primero con Mao como CEO, salva al Espanyol de descender, probablemente a Rufete de una protesta final, e incluso propicia un ‘déjà vu’ con Europa.
Iván Molero
El gol del atacante chino, el primero con Mao como CEO, salva al Espanyol de descender, probablemente a Rufete de una protesta final, e incluso propicia un ‘déjà vu’ con Europa.