Santiago Cazorla

Brindó en el antiguo Madrigal una actuación sensacional. Depositario de una gran generación que se despide del fútbol.

Cazorla juega al fútbol como si jugara en el jardín de su casa. Lo hace con esa sonrisa y esa tranquilidad que hace que todos sepan que se la tienen que dar a él.

Su doblete al Madrid le dignifica y sirve de ejemplo para muchos otros que se creen en la cumbre del fútbol cuando todavía están en las faldas de un ochomil.