Dos minutos demoledores del Valencia

Desde luego, el Villarreal no está de suerte este curso. Peleó valientemente el partido, tuvo momentos en que pareció que lo podría poner de su mano, pero le sobraron dos minutos finales. Quizá llegó algo más cansado. El Valencia mantenía un resto físico y en dos jugadas rápidas y precisas, un lanzamiento a Gayá y una escapada de Cheryshev, culminadas con sendos centros cruzados y remates de Wass (extraordinario) en el primer caso y de Guedes en el segundo, dejaron la eliminatoria en franquía. El Valencia se levanta del tropiezo de Vallecas y mira a la semifinal lleno de confianza, gracias a esos dos minutos mágicos, a ese final explosivo.

Fue un buen derbi, cargado de nervio y emoción. Durante muchos minutos registró un empate a uno fruto de sendos penaltis que fueron, pero que no siempre se pitan. Esta semana europea nos está dando motivos para ver demasiados criterios arbitrales distintos, tema sobre el que habrá que volver, porque no debiera ser así. Dos penaltis severos, decía, y luego una fase central del encuentro en la que el Villarreal controló, con un gran Cazorla más la amenaza de Samu Chukwueze, un jugador que va para grande. Marcelino retocó bien su equipo cuando peor veía las cosas, y el resultado final le premió. Otra alegría en el año del Centenario.

Decía que Chukwueze va para grande. Lo mismo empiezo a pensar de Joao Félix, que ayer vacunó tres veces al Eintracht. El Benfica viajará a Alemania con un 4-2 que hace presumir un partido emocionante allí. En Londres, el Arsenal de nuestro conocido Emery se apuntó un 2-0 sobre nuestro también conocido Ancelotti, y quizá mereció más. Emery es un valor perdido por nuestro fútbol que ahora se levanta tras su pinchazo en el PSG, donde mereció más suerte. Por su parte, el Chelsea ganó 0-1 en el campo del Slavia, con gol de Marcos Alonso y Hazard jugando sólo media hora. Una bonita jornada europea, con el destello final de los dos goles del Valencia.