Halo 3
Halo 3, guía completa - La Tormenta
Todos los pasos para acabar con el culto alienígena El Pacto.
Pueblo fantasma
Tu misión será destruir el primer Wraith antiaéreo. Tendrás un Warthog justo delante, así que súbete a la torreta y deja las lides conductoras a tu compañero. Antes, abre la puerta con el botón verde que hay al lado derecho. Tendrás que repetir el procedimiento varias veces: la primera, tendrás el botón subiendo por unas escaleras a tu izquierda, y luego caminando por la pasarela que hay encima de ella. Después tendrás otro más cerca de la entrada.
Luego, tendrás una cantidad importante de enemigos a los que puedes arrasar con la torreta. Antes de pasar por la puerta, bájate del Warthog y súbete al Ghost que hay cerca.
Aparecerás en una enorme zona abierta, con un Phatom disparándote, varios Grunts desperdigados por ahí, algún Ghost que otro y, por último, tu objetivo: el Wraith antiaéreo. Lo localizarás por los enormes rayos que estarán apuntando al cielo. Propúlsate con LT con tu Ghost y ve a por él. Primero, destroza a su piloto para así poderte bajar y meterle una granada haciéndole explotar -acércate, pulsa RB y después LT-. En un portón cercano aparecerá un segundo, pero antes de repetir el proceso observa la plataforma elevada circular que hay por la zona. Sobre ella, hay un cráneo, 'Pilla'. Para llegar hasta él, lánzate una granada a los pies y salta para así salir propulsado y conseguirla. Luego, ya puedes eliminar al Warthog y a los Grunts dispersos que verás -si destruyes ambos Warthog desaparecerá la calavera-.
Ya a pie ve a otra zona llena de Covenants. Esta vez estarán subiendo unas escaleras, y desperdigados entre varios pasillos. No tendrás que pulsar ningún botón, pero así hace que el Warthog aguante más. Siguiendo por el pasillo hasta el fondo tienes un Mongoose -algo así como un Quad- con un soldado en él. Móntate y prepárate para ir a toda velocidad.
Esta zona es como la anterior, con la diferencia de que has de ser aún más rápido y debes de estar atento para así hacer que tu compañero apunte a donde debe. Pasa alrededor de los Wraith y Ghosts, si puede ser por detrás de ellos, y él asestará un certero misilazo que acabará con ellos de todas todas. Aparecerá una nave al fondo para indicarte el comienzo de la siguiente zona.
Juicio
Ante ti se pondrá un Scarab, un enorme tanque cuyo nombre viene en referencia a lo enorme que es y a sus cuatro patas, que le hacen parecerse a un cangrejo. Bien, el procedimiento a seguir es muy simple: puedes o bien hacerte con un lanzamisiles o con un Ghost -mucho más fácil este último, creednos-. El objetivo, en primer lugar, es desarmar al enorme enemigo. Para ello, dispárale a cualquier pierna. Así, llegará un momento en el que se derrumbe dejándole sin movilidad. Aunque tu objetivo es asaltar el interior, te recomendamos que te 'des un paseo' y destroces todas sus piernas, su lanzador de rayos delantero -letal si te lo lanzase- y, por último, el reactor a su espalda -está iluminado-. Cuando esté destuido, podrás ver el reactos, el núcleo de la bestia: es momento de asaltarla. Salta dentro o, si no estás en una posición ventajosa, espérate a que se levante y repite el proceso con las piernas -ahora estará a tu merced, dejando la misión mucho más fácil-. Una vez dentro, sube por la rampa, mata al Brute a golpes con B y dispara al núcleo hasta que te avisen de que va a explotar. Habrás matado al Scarab.
Coge, si te apetece dar un paseo lento, una de las torretas de plasma y ve hasta donde te indiquen, donde verás al Inquisidor y al resto de soldados. Pasarás por una zona llena de heridos, armamento y demás, así que cárgate en la medida de lo posible. Ve hasta que te encuentres a más Brutes, y machácales con la torreta de plasma o, si no, con tus armas convencionales y algo más de paciencia -aunque hay otra torreta standard cerca, pero tendrás que subir por las escaleras y arriesgarte un poco-.
Andando más aparecerán dos Hunters. Estos enemigos, de potente fuerza, tienen su punto débil en la espalda. Sabiendo esto, tienes que ir a por ella, aunque suelen buscar estar frente a ti -no son tan tontos-. Coge la escopeta que tienes cerca de un cadáver. Justo al lado de la salida al exterior tienes un sitio donde esconderte. Espérate a que los Hunters vayan a por tus compañeros, y en ese momento se distraerán dejando su espalda libre. Si no tienes éxito, simplemente muévete rápido, golpéales desde cerca y una vez aturdidos mátalos.
Antes de salir a por tu objetivo de una vez por todas, que es el cañón antiaéreo, sube por las escaleras. Tendrás un rifle de francotirador, que hará todo el trabajo sucio aquí. O desde arriba o desde abajo, cárgate a todos los Brutes que veas -de dos disparos caerán- y luego con la ametralladora limpia los restos.