World of Warcraft
World of Warcraft - Undead
La vida en Azeroth es brutal, triste y, sobre todo, corta...
UNDEAD
Habiéndose liberado del tiránico mando del Rey Lich, un grupo de renegados undeads ansían mantener su propia libertad mientras destruyen a todos aquellos que se les opongan. Conocidos como los Renegados, este grupo se dedica a servir a su líder, la reina banshee Sylvanas Windrunner.
Estos oscuros guerreros han establecido una fortaleza secreta bajo las ruinas de la antigua capital de Lordaeron. Situados en las profundidades bajo el maldito Tirisfal Glades, la laberíntica Undercity es un bastión del mal que crece de forma descontrolada.
Entre sus sombríos confines, los alquimistas reales de Sylvanas desarrollan una nueva plaga devastadora, una que no solo erradicará a sus odiados rivales, el Azote, sino también al resto de la humanidad. Para alcanzar sus oscuros objetivos, los Renegados han establecido una alianza de conveniencia con las primitivas y brutales razas de la Horda.
Sin mostrar una verdadera lealtad hacia sus nuevos camaradas, los Renegados les han embaucado para que luchen contra su enemigo común, el Rey Lich. Tan solo el tiempo dirá como les irá a estos discípulos de la destrucción en su misión de venganza.
Clases:
Subyugados al mando férreo del tiránico Rey Lich, los vastos ejércitos no muertos del Azote andan por Azeroth para destruir todo ser viviente. Guiados por la reina banshee, Sylvanas Windrunner, un grupo de renegados, se desentendió del Azote y escapó de la tiránica dominación del Rey Lich.
Conocidos por algunos como los Abandonados *, este grupo lucha constantemente no sólo para mantenerse independiente del Azote, sino también contra aquellos que los masacrarían como monstruos. Con Sylvanas como reina banshee, los Abandonados han construido una ciudad en el subsuelo de las ruinas de la antigua capital de Lordaeron.
Esta 'subciudad' escondida es un laberinto que se extiende bajo los bosques encantados de los Prados de Tirisfal. Aunque la tierra esta maldita, los fanáticos humanos de la Cruzada Escarlata aún sienten apego por sus antiguas pertenencias, obsesionados con destruir a los no muertos y recuperar su tierra natal.