Cuando Ibrahimovic dejó la selección sueca en 2016, pocos esperaban que el equipo escandinavo se clasificara para el Mundial, eliminando a Italia por el camino en la repesca, y desempeñara tan buen papel en Rusia, donde Suecia, con un equipo rocoso, con jugadores poco conocidos para el gran público, fue cuartofinalista tras dejar fuera a otro gigante como Alemania en la fase de grupos.

La situación se repite ahora. Ibra decidió regresar a la selección, el debate nacional fue tan grande y su nivel en el Milan tan alto que al final el técnico tuvo que recular y readmitió al delantero entre los integrantes de su plantilla. El caso parecía resuelto, pero una lesión inoportuna ha dejado a Zlatan fuera de la Euro. Así que Suecia debe volver al plan B de nuevo.
"Ibrahimovic es un gran jugador, pero nos adaptamos a jugar sin él", había asegurado el seleccionador Andersson cuando se hartó de que le preguntaran por la ausencia del delantero.

Y así ha sido en estos años. Suecia, al igual que hizo en el Mundial, basó su juego en la fase de clasificación en la solidez defensiva y practicando un fútbol ordenado, donde cada jugador sabe cuál es su papel. La era 'post-Ibra' ha obligado a otros futbolistas a dar un paso adelante y el equipo se ha beneficiado de ello. Con una pareja de centrales contrastada como Lindelof y Helander, con Forsberg y Berg como grandes referencias y con jóvenes futbolistas que empujan desde atrás, como Isak, entre otros, Andersson ha equilibrado una plantilla que hace unos años se quedó huérfana de su gran estrella. Y el plan salió bien: en Suecia no se echa tanto de menos a Ibrahimovic, aunque para esta ocasión sí pudiera estar.

Temporada sensacional en la Real Sociedad, la marcha de Willian José le favoreció y acabó marcando con mucha facilidad los goles que otras veces fallaba por falta de eficacia. Sin Ibrahimovic, será el encargado de hacer los goles también en la selección sueca. Fue fichado muy joven en el Dortmund, pero ha sido en el fútbol español en el que ha conseguido destacar como uno de los delanteros más prometedores de Europa. Rápido, con buena zanca y estupendo con las dos piernas. Una amenaza permanente.

La federación sueca confió en Anderssen para liderar la era post-Ibrahimovic y no ha decepcionado: cuartofinalista en el Mundial y clasificado para la Eurocopa. Le ha sacado mucho partido a jugadores como Berg y Granqvist, que estando en la etapa final de sus carreras rinden a un gran nivel en la selección.