Le costó más de lo esperado a Croacia clasificarse para la Eurocopa, después de ser finalista en el último Mundial. La regeneración está siendo complicada. Algunos jóvenes como Vlasic o Petkovic sí vienen pisando fuerte, pero el esqueleto del equipo lo continúan conformando principalmente Modric y Rakitic. Los años no pasan en vano para el equipo, que se está quedando caduco. Pese a ello, el carácter competitivo de los croatas y la calidad de sus futbolistas le convierten en una selección tremendamente peligrosa en la fase final, sobre todo no siendo cabeza de serie en el sorteo. Así sorprendió en el pasado Mundial y en la anterior Eurocopa.

Continúan varios de los pesos pesados de la Croacia subcampeona del mundo, aunque también se retiraron otros como Subasic, Corluka o Mandzukic. Todo ello se tradujo en una fase de clasificación muy irregular y con resultados especialmente sonrojantes como el empate en Bakú ante la débil Azerbaiyán. Incluso el día de su clasificación ante Eslovaquia pasó por verdaderos apuros y tuvo que remontar un encuentro que le dejaba en una situación difícil para clasificarse.

La Croacia de Zlatko Dalic, héroe absoluto tras lo conseguido en el Mundial, quiere por fin brillar en una Eurocopa como sí ha logrado hacer en dos citas mundialistas, las de 1998 y 2018. En el campeonato continental le ha costado más y su mejor resultado son los cuartos de final alcanzados en 1996 y 2008. Inmersa entre los diez mejores equipos del mundo según el ránking FIFA desde hace ya unos años, las derrotas ante Hungría o en un amistoso ante Túnez denotan que es un conjunto desgastado. Eso sí, cuando mejor ha rendido Croacia es cuando ha tenido grandes selecciones enfrente. Ese será su verdadero peligro.

Todo parece haberse venido abajo para Luka desde que fue Balón de Oro y mejor jugador del Mundial de 2018, aunque él se resiste a quedarse a un lado y ser secundario en el Madrid y la selección croata. Lo cierto es que físicamente parece haber dado un bajón. Otra cosa es en cuanto a talento: ahí sigue siendo un centrocampista difícilmente igualable.

Héroe nacional en Croacia por haber llevado a la selección croata a la final del Mundial de 2018. Llegó al cargo avalado por la plantilla, que conocía sus métodos y le consideraba un entrenador capaz de llevarles lejos a través del convencimiento. Así fue. En su mano está ahora lo más difícil: saber renovar un equipo que ha sido inolvidable.