El tropiezo contra Eslovaquia encendió las alarmas en España sobre las opciones de clasificarse para la Eurocopa. El fracaso del Mundial era demasiado reciente y el miedo seguía metido en el cuerpo de los españoles. Sin embargo, después de esa derrota, la Selección no volvió a ceder ningún punto y acabó como líder, aprovechando una pequeña mala racha de Eslovaquia, que acabó segunda. Ucrania no pudo alcanzar el segundo puesto ni logró ser la mejor tercera, por lo que tendría que disputar la repesca. (Foto de apertura: Silva celebra su gol a Luxemburgo).

Histórica Eslovaquia

La selección dirigida por Ján Kozák escribió una bonita página en la historia de Eslovaquia al clasificarse por primera vez para una Eurocopa. Cuajó una buena fase de clasificación, siendo incluso el único equipo que logró batir a España. Tras seis victorias consecutivas, cayó contra La Roja en el choque de vuelta y empató contra Ucrania y volvió a caer ante Bielorrusia, que le hizo descolgarse del liderato. Pero supo recomponerse y volver a la senda de la victoria en los dos últimos partidos. En el último, contra Luxemburgo, selló su presencia en el torneo después de mucho sufrimiento. Los eslovacos se fueron al descanso ganando 0-3, por lo que todo parecía resuelto, pero su rival marcó dos tantos en cinco minutos tras la reanudación y no pudieron respirar tranquilos hasta el tiempo de descuento, cuando Hamšík hizo el 2-4 definitivo.

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Debut reconciliador

El camino de España hacia una nueva Eurocopa no pudo empezar mejor. La Selección cuajó un gran partido para calmar la tempestad desatada por el fracaso mundialista y despejar las dudas que dejaba el equipo. Ramos abrió el marcador con un penalti lanzado a lo Panenka y Un minuto después Alcácer marcó su primer gol con España en su segundo partido. Entonces, España bajó el ritmo y Macedonia acortó distancias con gol de Ibraimi desde los once metros. Sin embargo, justo antes del descanso, Busquets, que también se estrenó como goleador en su encuentro número 69 como internacional, devolvió la tranquilidad después de que un disparo suyo desde fuera del área tocara en Sikov y se introdujera en la portería. Nada más volver de los vestuarios, Silva terminó de hundir a los macedonios, que, aun así, siguieron buscando el gol. Pero se toparon una y otra vez con un gran Casillas. En el minuto 77 llegó una nueva alegría en España con el debut de Munir y en el tiempo de descuento Pedro se sumó a la fiesta marcando tras superar por alto a Pacovski.

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Triste cumpleaños de Macedonia

Macedonia celebró ante la Selección el 8 de septiembre de 2014 su vigésimo aniversario, de la manera más amarga, con derrota por 5-1. La federación de Macedonia, independiente desde 1991 a raíz de la desaparición de la antigua Yugoslavia, se afilió a la UEFA y a la FIFA en 1994. Desde entonces, participó en todas las fases de clasificación para la Eurocopa y el Mundial, aunque sin poder estar presente en ningún gran torneo. El 7 de septiembre de 1994 jugó su primer partido oficial en la clasificación para la Eurocopa de 1996, donde también quedó encuadrada en el grupo de España. Se enfrentó a Dinamarca y el duelo acabó con empate a uno. En ese once estaba precisamente el seleccionador que había sido elegido para dirigir al equipo en esta eliminatoria, Bosko Gjurovski, que jugó los 90 minutos ese día. El nuevo técnico llegó en noviembre y con la tarea de construir una nueva selección, tras las renuncias de uno de los mejores jugadores de la historia en Macedonia, Goran Pandev, o el veterano Noveski. Una misión que no salió bien, pues el combinado quedó último del grupo por primera vez en su historia al acumular una victoria, un empate y ocho derrotas.

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Volvieron los malos presagios

Tras la alegría contra Macedonia llegó una nueva decepción. España cayó ante Eslovaquia a pesar de que no fue inferior a su rival. Los locales, hambrientos y enérgicos, se adelantaron en el marcador con un gol lejano de Kucka en el que Casillas pudo hacer más si hubiera leído mejor la trayectoria del balón. A partir de aquí la Selección se vino abajo y tuvo que esperar a la entrada de Alcácer para ver la luz con su gol. Un destello que se apagó con el definitivo tanto de Stoch. La Roja sufrió así una derrota que volvía a cuestionarlo todo, pues era la primera derrota en una fase de clasificación desde 2006. Había encadenado 36 encuentros consecutivos en ocho años sin caer en las previas de Eurocopa o Mundial y ahora llevaba cuatro derrotas en los últimos seis partidos, incluidos los de la cita mundialista. Sin duda, la Selección atravesaba una situación difícil y tenía tres días para recomponerse antes de enfrentarse a Luxemburgo y demostrar si este era sólo un tropiezo o un mal presagio de lo que ocurriría en la ronda clasificatoria.

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Los jóvenes devolvieron la ilusión

Del Bosque alineó ante Luxemburgo un once renovado, con De Gea, Carvajal, Bartra y Alcácer, que respondió a la perfección. El seleccionador apostó por un “doble nueve” para darle un empujón a Diego Costa, que fue muy eficaz, ya que el delantero marcó en la segunda mitad después de siete partidos. Fue el tercer tanto, pues en los primeros 45 minutos Silva había abierto ya el marcador antes de la media hora y Alcácer volvió a anotar al filo del descanso. A los jóvenes titulares, se unieron después Rodrigo y Bernat, que cuajaron unos minutos espectaculares, elaborando el cuarto gol. Tras una buena acción individual, el delantero le dio un gran pase al lateral para que este batiera desde dentro del área sin problemas a Joubert para sellar esta victoria con firma joven que mantenía la esperanza de los españoles.

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Victoria al ritmo de Isco

Isco dirigió la victoria de la Selección ante Bielorrusia y anotó un gol que desató la locura en el Nuevo Colombino. El centrocampista aprovechó su oportunidad echándose al equipo a la espalda sin complejos y mejorando a todos sus compañeros. El buen nivel mostrado por España no tardó en ser recompensado. A los 17 minutos Koke recuperó el balón y se lo entregó cerca del vértice del área a Isco, que controló con la izquierda, se lo acomodó en un toque y lo puso en la escuadro con un maravilloso derechazo. Cuando los espectadores ni siquiera se habían acomodado después de la celebración llegó el segundo. Busquets lanzó un zapatazo raso al que Zhenov respondió tarde. Después, los jugadores dirigidos por Del Bosque bajaron el ritmo, controlaron el balón sin gasta demasiado combustible. Fue más que suficiente, ya que los visitantes apenas habían inquietado a Casillas y Pedro consiguió todavía hacer el tercer tanto. El resultado propició que pudieran debutar Morata y Callejón, que salieron con muchas ganas, aunque les faltaron minutos. Pero la ilusión era enorme de nuevo.

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Morata decidió un choque difícil

España consiguió una ajustada victoria contra Ucrania, que no era excesivamente virtuoso, pero sí equilibrado y peligroso. Al principio Isco encontró fisuras en la zaga rival, pero no llegó el gol. Luego Iniesta comenzó a hacerse notar en ataque. Pero fue Morata quien decidió en su primera titularidad en partido oficial. Koke le lanzó al primer toque y el delantero aguantó la carga de Khacheridi antes de batir a Pyatov. El gol castigó la valentía ucraniana, que se había aproximado un par de veces con peligro. Con el paso de los minutos, la Selección perdió fuerza y confianza, por lo que llegó el momento de Casillas, que estuvo bien con las manos, aunque inestable con los pies. Los últimos minutos se hicieron interminables para La Roja, que tuvo ocasiones para ampliar distancias pero no lo consiguió.

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Silva le regaló la victoria a del Bosque

Vicente del Bosque celebró contra Bielorrusia su partido número 100 al frente de la Selección con un balance de 78 victorias, ocho empates y 14 derrotas, siendo el primer seleccionador que alcanza esta cifra con España. Como regalo, David Silva anotó el gol del triunfo al filo del descanso tras una muy buena primera mitad de los españoles. El canario esperó el fallo de Gorbunov y, con sangre fría, metió el balón en la portería de volea. El resultado podría haber sido más cómodo, pero la falta de puntería (22 tiros y un gol) y de constancia lo impidió. En los segundos 45 minutos, cuando las fuerzas españolas flaqueaban, los bielorrusos se volvieron atrevidos y el peligro acechó a Casillas, que resolvió muy bien para asegurar una importante victoria que acercaba a la Selección a la Eurocopa.

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España asaltó el liderato

El partido sólo tuvo una dirección, ya que la selección española le dio un baño magistral a su rival para vengarse del choque de ida y arrebatarle el liderato. Fue un dominio absoluto en el que los de Del Bosque movieron el balón de banda a banda esforzándose en recuperar lo antes posible. El gol a los cinco minutos fue imprescindible para el triunfo porque permitió a España gustarse y desplegar su mejor juego. Silva esperó el acelerón de Jordi Alba, le dio un pase magnífico y el lateral cabeceó sin problema para hacer el primero. A la media hora de partido Iniesta sentenció desde los once metros. De nuevo, la intensidad española bajó y los eslovacos se animaron. Pero otra vez apareció Casillas con dos buenas paradas para evitar la catástrofe. El resultado y las sensaciones que dejó La Roja recordaron a los mejores tiempos vividos e invitaban al optimismo.

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Triunfo gris

Mal partido de la Selección que se saldó con una nueva victoria, la número 100 para Sergio Ramos, que igualó a Xavi Hernández. Del Bosque introdujo seis cambios con respecto al recital ante Eslovaquia que desfiguraron la buena imagen ofrecida en Oviedo. Ni siquiera la fortuna del comienzo, con un gol no buscado, ayudó. Mata centró con la derecha y el balón topó con Pacovski antes de acabar en la red. Si no llega a ser por esta acción quizá España no habría ganado, porque después de ella no le salió nada. Jugadores como Isco, Busquets o Cazorla estuvieron irreconocibles y los españoles apenas crearon peligro, mientras que los macedonios rozaron dos veces la portería defendida por De Gea. Incluso Hasani tuvo una clarísima ocasión de empatar en un balón dividido, pero el marcador no se movió.

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Clasificación dolorosa

España logró la clasificación directa ante una selección de Luxemburgo que fue demasiado brusca. Los visitantes emplearon la fuerza de forma desmedida. A los cinco minutos Gerson dobló el tobillo de Silva y el canario tuvo que ser sustituido. A la media hora sucumbió Morata, en un lance menos malintencionado, cuando Malget le cayó encima. Dos cambios obligados que podían minar las fuerzas de los españoles. Pero ni mucho menos. Cazorla lideró a los suyos y abrió el marcador poco antes del descanso. En la segunda mitad, España buscó sellar el partido y llegaron tres goles más: dos de Alcácer, que se convirtió en el máximo goleador de la roja en la fase de clasificación con seis tantos, y otro de Cazorla.

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De Gea salvó el último partido

Partido trámite para una España ya clasificada que se llevó la victoria gracias a De Gea y al debutante Mario Gaspar. Fue un choque muy duro, pues Ucrania realizó hasta 28 lanzamientos que ensalzaron al guardameta español en un partido memorable con diez paradas, la mayoría de una exigencia máxima. A la impecable actuación del portero se sumó la inteligencia de Mario para rematar de cabeza al segundo palo un buen centro desde la izquierda de Thiago Alcántara. Pocos minutos después, Fábregas, que cumplía su partido número 100 como internacional, pudo marcar el segundo, pero erró un penalti cometido sobre él mismo. El 0-1 fue un resultado intrascendente para España, pero negativo para Ucrania, que se vio obligada a jugar la repesca.