En 2008 España se clasificó para la semifinal de Eurocopa desde los once metros. Esta vez se convirtió en finalista al derrotar a Portugal en una nueva tanda de penaltis. Fue una agónica serie, en la que Xabi falló el primero, pero Casillas igualó parando el siguiente lanzamiento. Fàbregas, el chico que cambió la historia de la Selección en cuatro años atrás, volvió a asumir la responsabilidad, y marcó el penalti que impulsaba a España a su tercera final consecutiva en una gran competición, tras la Eurocopa 2008 y el Mundial 2010. Hazaña que solo había conseguido Alemania entre 1972 y 1976, cuando jugó tres duelos decisivos por el título, dos europeos y uno mundial.

En la final se vería las caras con Italia, que derrotó sin mucha dificultado a Alemania con dos goles de Balotelli, otro gran partido de Andrea Pirlo, y una solidez defensiva sobresaliente que anularon por completo a los germanos. (Foto de apertura: Piqué y Cristiano disputan un balón durante el Portugal - España).

Faltó fútbol

Fue un mal partido de ambas selecciones. Hubo mucha tensión y emoción, pero poco fútbol. España estuvo 90 minutos sin saber a qué quería jugar. Por suerte para los de Del Bosque, Portugal tampoco sabía muy bien qué hacer. Aunque los lusos eran más consciente de sus fortalezas y sus debilidades y pusieron en grandes aprietos a la Selección, aunque sin lograr batir a Casillas. La prórroga fue para España, que jugó a ganar, mientras su rival jugó a no perder. Cuando los lusos bajaron su intensidad física y entró Pedro, La Roja pudo imponer al fin su estilo para apretar al máximo a un rival rendido que soñaba con los penaltis.

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Fàbregas decidió otra vez

Empezaba lanzando España, y según las estadísticas tendría ventaja psicológica por chutar primero. Sin embargo, esta vez no fue así. Rui Patricio desvió el tiro de Xabi Alonso. Pero ahí estaba Casillas para tranquilizar a todos parando el lanzamiento de Moutinho. Después llegó el intercambio entre España y Portugal, con los aciertos de Iniesta, Pepe, Piqué, Nani y Ramos, emulando a Pirlo con su increíble penalti 'a lo Panenka'. Pese a su error en las semifinales de la Champions con el Madrid, el central no dudó en asumir la responsabilidad. Tras esta sorprendente acción, Bruno Alves estrelló el balón contra el larguero, dejando el pase de nuevo en las botas de Cesc Fàbregas, que no falló. El centrocampista lo había hecho otra vez. Como en 2008, ante Italia, tomó la responsabilidad de lanzar el quinto penalti. “Me dijeron que tirara el segundo y pedí el quinto”, confirmó después del partido.

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Luto por Miki Roqué

Los jugadores españoles lucieron brazaletes negros en muestra de duelo por el fallecimiento del futbolista Miki Roqué. La UEFA, que autorizó dos horas antes del encuentro llevar luto, emitió un comunicado oficial para explicar que no habría minuto de silencio porque la Federación Española de fútbol no lo había solicitado, como tampoco solicitó el minuto de silencio ni portar el brazalete negro ante Italia por la muerte del entrenador Manolo Preciado.

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Cristiano no pudo reprimir las lágrimas

Cristiano Ronaldo no fue capaz de aguantar con entereza el final de la ronda de penaltis. Con el acierto de Fàbregas se marchó entre lágrimas por el túnel de vestuarios si poder ejecutar su penalti. El capitán luso estaba destinado a lanzar el quinto disparo, pero se quedó con las ganas, ya que España resolvió el partido justo antes de su turno. "Fue una decisión del grupo, del entrenador, de todos. Los que patearon, lo hicieron bien y los penaltis son así, me podría haber tocado patear el primero, el tercero o el quinto", declaró. Eso sí, Cristiano aportó su granito de arena al avisar a Rui Patricio sobre el lanzamiento de Xabi. Aunque no sirviera para clasificar a Portugal, gracias a él, el guardameta logró detener el lanzamiento.

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Balotelli tumbó a Alemania

Alemania no pudo mostrar su mejor versión contra Italia. Se impuso en los primeros minutos del partido, pero no fue capaz de superar a Buffon. En cambio, Italia dio un recital en ataque y Balotelli sí derrumbó a Neuer. Cuando más cerca estaban del gol los germanos, apareció Cassano, que con un giro sobre sí mismo en el costado derecho del área se deshizo de dos rivales para después poner un centro que Balotelli no desperdició. Con un espectacular testarazo, el delantero adelantó a Italia y echó por tierra los planes de Löw. Superada la media hora, un excelente pase en profundidad de Montalvi dejó sólo a Balotelli en la frontal y, sobre la media luna, el ariete fusiló a Neuer encajando el balón en la escuadra. Özil marcó de penalti en el tiempo de descuento, pero Alemania ya estaba sentenciada.

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Alemania no pudo romper la maldición

El 0-2 dejó anonadada a Alemania. Löw intentó reaccionar en la segunda parte y su equipo achuchó, pero los italianos no perdieron la compostura, desbarataron todas las ocasiones. La selección teutona fue incapaz, una vez más, de cambiar la historia. Nunca le había ganado a Italia antes de ese duelo y esa noche todo siguió igual. A la séptima, tampoco fue la vencida. Se acabó así, además, una racha récord de 15 partidos oficiales en los que Alemania estaba invicta.

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Nuevos récords para los capitanes

Los capitanes de ambas celebraciones sumaron a su registro personal nuevos récords. Buffon se convirtió ante Alemania en el jugador italiano que más minutos ha disputado en la Eurocopa, con 1.139. Con esta cifra superó al mítico defensa Paolo Maldini. Por su parte, Lahm se convirtió en el futbolista alemán que más partidos ha disputado en Eurocopa. Frente a Italia fue su partido número 14 y adelantó a jugadores como Jurgen Kinsmann y Thomas Hässier.