REAL MADRID

El Madrid, ante dos cancilleres de hierro: Levy y Al Khelaifi

Sin Zidane, con Cristiano alejándose y con ambos dirigentes de por medio, el futuro del campeón de Europa se somete este verano a una prueba de fuego.

El adiós de Zidane le ha cambiado el paso al Madrid, que hasta la dimisión del francés parecía tener su ruta clara. Ahora tiene que recalcularla, con el inconveniente añadido del deseo de salir de Cristiano Ronaldo. Busca, sobre todo, un entrenador, pero también una nueva estrella. En su rastreo, los blancos se han topado con dos semáforos en rojo, Daniel Levy y Nasser Al Khelaifi.

Daniel Levy, el económico que muerde

El primer escollo es Daniel Levy (Condado de Essex, 1969), presidente del Tottenham. El británico es custodio de la libertad de Pochettino, que pese a haber renovado su contrato hasta 2023 a finales de mayo es la primera opción del Madrid para llenar el vacío que ha dejado Zidane. Negociar con él requiere mucho más que muchos millones: talante, paciencia y fe. Más que de bolsillo, los tratos son una cuestión de orgullo con él, que en los acuerdos por Modric, en 2012, y Bale, en 2013, consiguió que se dudase de que todo el mundo tiene un precio. Entonces, el suyo resultó ser 131 millones, 30 por dejar salir al croata y 101, lo que nadie había pagado nunca, por abrirle la puerta al galés.

El gesto serio y de autoconfianza de este licenciado en Economía con Matrícula de Honor por la Universidad de Cambridge ha sido el del malo en varias de las películas del Madrid en el último lustro. De ascendencia judía, Levy lleva gobernando desde 2001 el Tottenham, cuando la empresa ENIC Internacional, de la que es director general, compró el paquete mayoritario de las acciones de un club entonces en bancarrota. Con brazo de hierro levantó una entidad que hoy es referencia, más por su organización incluso que por sus resultados deportivos, al alza, en Inglaterra. En ello ha tenido mucho que ver su posición, inflexible hasta el extremo, cuando quisieron pescar en sus aguas. Ejemplos de salidas que se enrocaron hay de sobra: Bervatov al Manchester United, Boateng al Milán, Keane al Liverpool, Campbell al Arsenal...

"No he visto una cosa igual en 25 años...", resumió Aulas, presidente del Lyon, cuando sufrió a Levy en su otra faceta implacable, la de comprador, en aquel momento del portero Hugo Lloris. "Cuidado, Levy muerde...", avisó Pochettino, ya vinculado con el Real Madrid, hace poco más de una semana. Todo ello le exige al club blanco, como mínimo, atreverse...

Al Khelaifi, el extenista en quien confía la familia real qatarí

Nasser Al Khelaifi (Doha, 1973) es el otro muro a salvar por Florentino Pérez y José Ángel Sánchez este mercado. En el Bernabéu sueñan con Neymar, una fantasía que algunos días parece real y otros, utópica. Cuando más imposible se antoja, más culpable parece Al Khelaifi, un exjugador de tenis que dirige Al-Jazeera Sports. Su estrechísimo vínculo con la familia real de Qatar le puso en el trono del PSG, desde el que se le encargó conquistar Europa, objetivo que se está dilatando en el tiempo...

Para ello ha ido extendiendo sin recato cheque en blanco tras cheque en blanco. De hecho, sus últimas megainversiones, Neymar y Mbappé, pueden acabar en sanción de la UEFA. Pero su fama va más allá de las adquisiciones, como bien teme el Real Madrid: Al Khelaifi se ha ganado la consideración de negociador intratable cuando le ha tocado defender. Sus estrellas, desde Cavani a Verratti, Rabiot o Di María, frecuentamente cortejadas por los grandes del continente, siempre se toparon con un portazo en las narices cuando intentaron marcharse.

Ahora que es Neymar el protagonista del culebrón, su jefe ha repetido, quién sabe si con conocimiento de causa o como farol disuasorio, que "se quedará al 2000%". Pero el brasileño se ha dejado querer, Florentino le tiene entre ceja y ceja, y las posibles salidas de Cristiano y/o Bale allanarían el camino a nivel deportivo y de mercadotecnia. Este verano, con Mundial de por medio, el pulso promete ser de época.

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