SUPERCOPA DE EUROPA | REAL MADRID-ATALANTA
Quién es Sandro Schärer, el árbitro de la Supercopa de Europa entre Real Madrid y Atalanta
El colegiado suizo es el encargado de pitar la final de Varsovia. Tiene una manía rara. Para acordarse de los amonestados, usa su mano como libreta.
La Supercopa de Europa tiene colegiado. Sandro Schärer es el elegido para pitar el Real Madrid-Atalanta de este miércoles en Varsovia, a las 21:00. Instructor de esquí y profesor en la escuela, el suizo de 36 años deja sus Alpes y sus alumnos para coger el silbato. Amén de un pequeño bagaje internacional, es la segunda vez que el helvético es el encargado de dirigir un partido de los blancos. La primera vez fue hace casi dos años, en la Champions League. El 6 de septiembre de 2022, el Madrid se desplazaba a Escocia para medirse al Celtic de Glasgow. En aquel partido, Schärer no fue muy solicitado, ya que amonestó a dos jugadores en todo el partido, uno madridista y otro escocés (Mendy y Meada). Contra el Atalanta, más de lo mismo. Dos partidos arbitrados, y ya. El primero fue un 2-1 al Olympiacos en 2022 y en el pasado curso en otro 2-1 para el le volvió a tocar al equipo bergamasco en Champions, contra el Sporting de Portugal. Victoria 2-1 de los italianos. Es internacional desde 2015 y desde 2022 está en el grupo élite de UEFA. Será su primera final de una gran competición continental.
Una manía rara y una trayectoria atípica
Sandro Schärer es conocido por una manía muy suya. El colegiado no usa una libreta para apuntar a los amonestados, utiliza su propia mano. En vez de sacar un cuadernillo o escribir el nombre en sus cartulinas, el juez prefiere emplear la palma de su mano derecha como chuleta. Un método que hace gracia en su país. Los realizadores suizos muchas veces buscan su mano antes que a él. Curioso.
Schärer dirigirá su primera final de una gran competición internacional en Varsovia. Con 36 años, en paralelo de rutina como instructor de esquí y profesor en la escuela, el suizo lleva una vida dedicada al mundo del arbitraje. Primero en las pequeñas categorías del fútbol suizo, a nivel autonómico, y posteriormente a nivel nacional. Su primer encuentro registrado remonta a la temporada 2007-08, en un partido de cuarta división helvética, con 19 años. A partir de aquel curso, el de Schübelbach ha ido escalando las etapas. Probará las mieles de la Segunda División suiza (Challenge League) en 2011, un Kriens-Brühl, que se saldó con un 7-1 para los locales. A posteriori, Sandro ha seguido su camino en su país, entre la primera y segunda categoría.
Desde 2015 cuenta con la escarapela FIFA para ser colegiado internacional. En su currículum destacan también partidos en la liga saudí, con ocho encuentros arbitrados. Debutó en Champions con el Barça en 2020 y desde 2022 es considerado como un árbitro del grupo élite. Este verano, el helvético ha podido gozar de su primera Eurocopa. Fue el colegiado del Eslovenia-Dinamarca (1-1) y del Georgia-Portugal en el que los georgianos dieron la sorpresa con un 2-0. Un arbitraje polémico según Iturralde González, experto arbitral de AS y la Cadena SER, porque el penalti de Antonio Silva que supuso el segundo tanto no debió pitarse.
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