Raúl superó los 307 goles de su añorado Di Stéfano.

Habría jugado en nuestro gran Madrid. Se le ve buen chico, trabajador, y con clase.

¿Le gustan Lass y Faubert?

Lass me recuerda al mejor Makelele, algo que siempre le hizo falta al Madrid. A Faubert, la verdad, ni le conozco.

Usted es hijo de emigrantes polacos. ¿Una infancia difícil?

A los 14 años empecé a trabajar en la mina de carbón de Neux Les Mines. En Europa había mucha hambre, pero en mi casa siempre hubo qué comer. Mi padre, mi hermano y yo trabajábamos en aquella mina. Una vez me cayó una gran piedra en la mano y tuvieron que amputarme el dedo índice.

¿Futbolista por necesidad?

En 1949 fui a un concurso de jóvenes jugadores de Francia. Gané en la zona norte, pero en la gran final quedé segundo.

¿Sabe por qué? Por baja estatura. ¡Por Dios! Al fútbol se juega con los pies

Y le llamaron Napoleón...

Fue un periodista inglés después del España-Francia (1-2) en Chamartín. El Madrid se fijó en mí: marqué un gol. Firmé con el Real antes de la final Madrid-Stade del 56. Nos ganaron 4-3. Me vino bien, porque el Madrid no ganó la Liga en España y esa victoria le permitió jugar la siguiente edición: ahora soy el único jugador francés con tres Copas de Europa.

¿Fue presentado en aquel Parque de los Príncipes?

Yo tenía que cuidar las formas. El Milán me hizo una buena oferta, pero acepté la del Real porque me permitían volver a Francia a los tres años sin pagar tránsfer.

Bernabéu lo trajo para jugar como delantero, ¿fue así?

No funcionó. Di Stéfano y yo hablamos. Él era el líder, el que mandaba dentro y fuera. El mismo Alfredo decía en el vestuario: "Para tener el balón hay que dársela a Kopita". Mi fuerte era el dribling.

¿Por qué no renovó?

Pensé en mi futuro. En Francia me esperaban muchos fabricantes de ropa, balones y calzado que querían utilizar mi nombre. Acababa de ganar el Balón de Oro en el 58.

¿Arrepentido?

Me aseguré los 25 siguientes años de mi vida. De jugar hoy, me habría quedado.

¿Un recuerdo?

La vez que Bernabéu me dijo: "Kopita, ven aquí. Quiero hacerme una foto contigo y Alfredo". Estuvo expuesta en la Gran Vía. Un honor para mí.