La crisis no frena la fidelidad al fútbol

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La crisis no frena la fidelidad al fútbol

La crisis no frena la fidelidad al fútbol

aguilera

Han aumentado en más de cinco mil los abonados en Primera

La crisis económica que soporta España desde hace tiempo parece no afectar al fútbol. Por lo menos a sus clientes o consumidores más habituales, que son los abonados. Los que tienen los clubes de Primera suman 572.767 por los 567.379 fieles seguidores que tenían esos equipos la temporada pasada, en la que tres de ellos estaban en Segunda (Málaga, Sporting y Numancia). La diferencia: 5.388 abonados más.

La cifra no es demasiado espectacular, pero que sea positiva en una época de crisis como la actual ya es un dato significativo. El número, además, no puede sufrir variaciones muy importantes porque los grandes equipos de nuestro país (Real Madrid, Barça, Atlético, Athletic, Valencia o Sevilla) no pueden hacer frente a la gran demanda que tienen. Las escasas bajas de una temporada a otra se cubren rápido y en algunos casos hay hasta listas de espera.

Por ejemplo, el Sevilla hace campaña de abonos, pero sólo de "renovación, no de captación" porque actualmente no puede "dar cabida a todos aquellos que pretenden ser abonados del Sevilla", en palabras de su presidente Del Nido.

En el Madrid también tienen lista de espera, pero dicen que han notado la crisis en los Palcos y Asientos Vips, aunque ya han cubierto el 95%. "Antes los clientes venían a nosotros y ahora tenemos que salir a buscarlos", afirman desde el departamento de márketing. El Barcelona, por su parte, tiene más de 150.000 socios y en el campo sólo caben 98.000 por lo que el cupo de 86.314 abonados parece claramente insuficiente.

Villarreal, Atlético, Betis, Sporting, Osasuna, Málaga y Numancia han visto aumentada su masa social más fiel, mientras que Espanyol y Racing se mueven más o menos en las cifras a las que llegaron la campaña pasada.

En cambio, Deportivo, Valladolid y Mallorca pierden asientos fijos. Al seguidor del Depor parece que le cuesta asumir que no está a la altura de su reciente pasado glorioso, en el que peleaba y ganaba títulos a los grandes, al pucelano le cuesta rascarse el bolsillo, porque han actualizado este año los precios a la categoría en la que juegan, y al mallorquín le cuesta asumir los cambios en el mando del club y del equipo, del que se han ido nada menos que Güiza, Ibagaza y Jonás. Jugar en Primera es un impulso que aún mantiene el nivel de abonados en el Recre, pero que en el caso del Getafe se va perdiendo año tras año. De los 13.500 en su estreno en la élite, pasó a 12.500 en su segunda campaña, a 11.000 en la tercera, hasta acabar en los 10.500 actuales. Parece que la novedad de medirse a los poderosos ya no es tan atractiva.