"No vemos claro que el convenio colectivo obligue a parar la Liga y que, sin embargo, los futbolistas puedan jugar partidos con las selecciones autonómicas, algunos de ellos de muy poco interés. Al final, los que siempre pagan son los clubes", dijo. En este sentido, incluso dudó del potencial real de algunas de las selecciones nacionales que han visitado España en la Navidad de los últimos años, pues en algún caso le consta que han viajado con futbolistas que no eran de primer nivel internacional.
"El Villarreal va a proponer a la Liga de Fútbol Profesional que los clubes no asuman las consecuencias que se deriven de los problemas que puedan plantearse por la participación de jugadores en unos encuentros que benefician a otros y perjudican a los equipos", añadió.
El dirigente del Villarreal se pronunció en estos términos durante un seminario incluido en la segunda edición del Máster Internacional de Fútbol de la Universidad de Valencia sobre los derechos de imagen de los futbolistas profesionales. Para Llaneza, algunos aspectos organizativos del fútbol requieren una reestructuración que no se produce, entre otros motivos, porque los representantes de los clubes en la Liga de Fútbol Profesional cambian con mucha frecuencia y difícilmente están más de cuatro o cinco años.
"Salvo el caso de Augusto César Lendoiro en el Deportivo, de Fernando Roig en el Villarreal y de algún otro, la mayoría lleva poco tiempo en el cargo y en ocasiones es difícil adoptar decisiones en común", indicó. Llaneza considera que hay que adaptar el calendario al fútbol de Europa con partidos en Navidad como en Inglaterra, con el inicio de la Liga antes en agosto y con una decisión "que aunque al Villarreal le pudiera perjudicar en un momento dado, sería lógica, como es la reducción de la Primera División a dieciocho clubes". "Así se acortaría la Liga en cuatro jornadas y si a eso se uniera una Copa del Rey con eliminatorias a partido único hasta los cuartos de final, se bajaría el número de encuentros de una manera razonable", explicó.
Para Llaneza, no se puede dejar de jugar en mayo y estar tres meses, hasta finales de agosto sin partidos oficiales. "Un jugador puede estar, como mucho, treinta o cuarenta días de vacaciones, pero luego no puede estar cuarenta o cincuenta días más de pretemporada o jugando pachangas porque necesita competir", indicó.
Llaneza negó que un jugador llegue a disputar setenta u ochenta partidos por temporada y afirmó que la media de los que más juegan puede estar en unos cincuenta, aunque, tal y como está organizado el fútbol, con muchos desplazamientos para jugar con las selecciones, las plantillas necesitan ser amplias porque los futbolistas no pueden tener la continuidad que desearían los clubes.
Para Llaneza, las vacaciones navideñas de esta temporada, han sido más razonables que en anteriores campañas, pues se jugó hasta el 23 de diciembre, se descansó cuatro o cinco días y se volvió a entrenar antes de una semana. El dirigente del Villarreal se pronunció en estos términos tras considerar que, aunque tienen una idiosincrasia propia, los clubes de fútbol no son más que empresas. "Otra cosa es que esas empresas no vendan más que pasión e ilusión y que ese sea su beneficio, porque no dan dividendos económicos, pero si los dirigentes cortamos esa ilusión con una mala gestión, el equipo desciende u obtiene malos resultados", dijo.
Pese a reconocer que el fútbol no es negocio para sus dirigentes, admitió que estar al frente de un club abre relaciones y permite otras actividades profesionales, tal y como ha ocurrido con empresarios importantes antes de llegar al fútbol, pero que se han dado a conocer cuando han llegado a un club.
