Según la fuente, si este proceso avanza los árbitros no serían suficientes para los 16 partidos semanales de la primera liga y la denominada "Liga de Honor".

El semanario informa de que Ricardo Costa, presidente de la Comisión Disciplinaria de la Liga, se reunió con la fiscal general adjunta María José Morgado, que investiga los escándalos del fútbol luso en el proceso denominado "Silbato Dorado".

Morgado declaró que "la Liga y la Federación tienen el deber de garantizar un arbitraje neutral y la verdad deportiva. Tenemos ese objetivo en común".

El proceso "Silbato Dorado" incluye presuntas irregularidades principalmente en partidos de la temporada 2003-2004 que, si son probadas ante los tribunales, podrían representar que el club Oporto pierde el título de campeón de esa época.

En esta causa judicial también están involucrados por lo menos cinco presidente de clubes de la Liga: Nuno Pinto da Costa (Oporto), Joao Loureiro (Boavista), Joao Bartolomeu (Uniao Leiria), Aprígio Sanatos (Naval) y Rui Alves (Nacional de Madeira).

También está acusado el ex presidente de la Liga Portuguesa de Fútbol Profesional (LPFP), Valentim Loureiro, que según el semanario luso "tenía como sistema llamar telefónicamente a los árbitros encargados de pitar los partidos del Boavista".

El caso "Silbato dorado" se hizo público en marzo de 2004 al recibir la Policía Judicial (PJ) una carta anónima en la que se señalaba que los dirigentes del equipo del Gondomar, de la Segunda División B, intentaban conseguir el ascenso de categoría a través de sobornos.

El 7 de abril de 2005 fue que PJ lusa terminó tras un año de trabajo la investigación del caso, con un resultado de más de 200 acusados.