La mala noticia para el fútbol español fue la lesión de Reyes, con posible fractura de costilla. A los 15 minutos tuvo que abandonar el terreno de juego, entró Henry, primero encauzó el partido y luego lo sentenció en la segunda parte.

A los seis minutos de estar en el césped anotó el francés un gol soberbio. Marca de la casa. Llevaba unas semanas de baja con sus problemas en el talón de Aquiles. Pero su salida al campo fue providencial. Llegó, vio y marcó. El Arsenal había comenzado fuerte. Cesc Fábregas, el otro español del Arsenal, puso a prueba a Blazek nada más comenzar el partido. Pero el meta del Sparta estuvo atento.

El cuadro dirigido por Stanislav Griga trató de rehacerse y de poner en apuros al meta germano Lehmann, pero sin excesivos recursos de peso. El Arsenal contuvo bien y despejó cualquier tipo de sueño checo cuando llegó la conexión francesa entre Robert Pires y Henry que el delantero resolvió con categoría para poner fin a la contienda y obtener su gol 186 con los 'gunners'.

El Arsenal, que ha comenzado con titubeos en la Premier League, mostró hoy de nuevo su cara más práctica, como en Amsterdam, y recuperó a Henry. Su técnico, Arsene Wenger, ve curiosamente como parece que cambian las cosas. De momento, manda en el grupo B con solvencia.