Mientras Irak multiplica sus esfuerzos para evitar una guerra con Estados Unidos, su selección nacional femenina de fútbol sugirió un medio pacífico para arreglar el conflicto: un encuentro con su homóloga norteamericana, campeona del mundo.

"Que la batalla sea civilizada, en un terreno de fútbol", afirma la guardameta Sana Ahmed. "Deseo que podamos jugar contra las estadounidenses", añade Julud Layez, centrocampista y capitana del equipo.

"Les mostraremos que las mujeres iraquíes pueden resistir. Puede que sirva también para que las estadounidenses se hagan una idea diferente de Irak, que vean que este país es una tierra de civilización y que nuestro pueblo ama el deporte, como ellas", añade la capitana.

Las estadounidenses campeonas del mundo

Aunque las estadounidenses han ganado la Copa del Mundo en 1999 en su país, Julud Layez afirma que su equipo tendría posibilidades de imponerse, ya que jugarían enormemente motivadas.

La motivación ha sido el principal factor del éxito del fútbol iraquí en los recientes torneos, explica Hussein Yunes, director de la página deportiva del semanario estatal Al-Rafidain.

"Las sanciones (impuestas por la ONU desde 1990) han creado un espíritu de desafío, los jugadores se dicen 'ganaremos pese al embargo y a la falta de equipamientos'", añade.

Las iraquíes bronce en Irán

El equipo masculino ganó en agosto un torneo del Oeste asiático en Damasco, y el conjunto junior venció en el Campeonato asiático en 2000 en Irán.

Las iraquíes lograron por su parte la medalla de bronce en un torneo de países musulmanes organizado en Irán en 2001, sólo dos años después de la formación del equipo femenino.

Con 35 y 30 años, respectivamente, Julud Layez y Sana Ahmed son las más veteranas del equipo. El resto de jugadoras no llega a la treintena.

"Antes de las sanciones, Irak era campeón de Asia y del Golfo en fútbol, las cosas se han deteriorado después, a causa de la guerra, del embargo y de la falta de partidos", indica el periodista Yunes.

"Queremos jugar contra equipos del exterior. El embargo no debe afectar al deporte", afirma la delantera Nida Yasser, 25 años.