El club inglés Leicester City se ha declarado este lunes en quiebra técnica, al no soportar más los problemas financieros que atraviesa y en los que se hundió la entidad tras su descenso a Primera División la pasada temporada.

El equipo, que finalmente no ha podido encontrar una salida a su apretada situación económica, acordaba incluso la semana pasada un aplazamiento de los salarios de sus jugadores, como medida para recortar costes.

A través de un comunicado, el presidente del club, Martin George, ha explicado que la quiebra era la única solución "tomada por unanimidad" por la que podían optar ante la creciente presión por parte de los acreedores de la entidad.

Sin embargo, el máximo dirigente del club ha indicado que "a pesar de que esto supone un enorme contratiempo, no significa el final del Leicester City".

Por otro lado, esta medida daría al club la oportunidad de "reestructurar" su situación financiera y discutir un posible apoderamiento del equipo por parte de un consorcio formado por Gary Lineker, ex jugador de equipos como el propio Leicester, del Everton, el Barcelona y el Tottenham Hotspur.

El ex internacional, que comenzó su carrera futbolística precisamente con los "Foxes", con los que jugó durante siete temporadas, planea ahora tal y como informa la cadena BBC, mediante la formación de este consorcio, comprar el malogrado club y lograr apoyo económico por parte de los aficionados y de los ciudadanos de Leicestershire.