VOLCÁN EN LA PALMA

La lava del volcán de La Palma gana nueve hectáreas de terreno al mar

Durante la tarde del miércoles, la lava avanzó unos 90.000 metros cuadrados en el agua, creando un terreno que pertenece automáticamente al Estado.

BORJA SUAREZ

Desde que comenzó a caer al agua el martes por la noche, la lava del volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, continúa ganando terreno al mar. En apenas 45 minutos, logró construir un delta de 50 metros de altura que se ha ido agrandando paulatinamente. Según la Cadena Ser, durante la tarde del miércoles, la lava avanzó unos 90.000 metros cuadrados, con lo que ya ha ganado unas nueve hectáreas de terreno al mar, lo que equivaldría a unos 20 campos de fútbol. Un terreno que pertenece automáticamente al Estado.

Alrededor de este delta, el océano ha cambiado de color por los efectos del material volcánico, ha explicado Eugenio Fraile, del Instituto Español de Oceanografía (IEO), a Efe. Concretamente, se ha constatado una decoloración del agua, uniéndose áreas turquesas y otros de color marrón, especialmente en la zona más próxima a la lava. Este fenómeno, ha recordado, ya pudo observarse hace diez años en la erupción volcánica submarina de la isla de El Hierro, en la que mar se tiñó de varios colores hasta que finalizó la salida del magma.

Riesgo de colapso

En un principio, no debería haber ningún problema para la población, ya que, según detalla Fraile, se forman pequeñas nubes de gases que, aunque son transportados por el viento, se diluyen muy rápidamente. Además, los deltas se enfrían y rompen de manera que los fragmentos se depositan sobre el lecho marino. Sin embargo, existe el riesgo de que colapsen si el flujo de la lava no crea unos cimientos adecuados. En este caso, enormes volúmenes de lava entrarían en contacto con el agua, creándose una gran nube ácida que podría ir acompañada de explosiones.

2.500 personas incomunicadas

El último recuento del sistema de satélites europeo Copernicus estima que la lava del volcán ha cubierto ya un total de 476 hectáreas, afectando a 744 edificaciones, de las que 656 están devastadas, mientras los kilómetros de carreteras afectados alcanzan los 23,1, de los cuales 21,5 están destruidos.

Además, más de 2.500 personas se encuentran prácticamente incomunicadas, teniendo que dar la vuelta a la isla o coger un barco si quieren salir de las poblaciones de La Bombilla, Puerto Naos y El Remo. Por su parte, a pesar de que el aire de La Palma es "perfectamente respirable", el Cabildo pide a los vecinos de cuatro núcleos de Tazacorte (San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y La Condesa) que permanezcan en el interior de sus domicilios.

Al resto de habitantes de la isla, les aconseja, entre otras acciones, que usen protección al salid de casa, como mascarillas FFP2 o gafas, y que mantengan una distancia de al menos 3,5 kilómetros de la zona afectada mientras se comprueba si el contacto de la lava con el agua genera gases nocivos para la salud.