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Bono Social Eléctrico: ¿cómo le afecta la nueva factura de la luz y las franjas horarias?

EFE

Más de un millón de hogares acogidos al bono social verán incrementado su recibo con las nuevas tarifas que, además, pueden agravar la brecha de género.

El mes de junio arrancó con unos cambios en las tarifas de la luz para casi trece millones de consumidores en el mercado regulado de la electricidad (PVPC) que pueden afectar de manera notable a la economía doméstica con un previsible aumento de las facturas. Esta nueva situación afectará también a todos los hogares que estén acogidos al bono social, ya que uno de los requisitos fundamentales para obtener la ayuda es tener una tarifa regulada.

Se dispara la factura de más de un millón de hogares vulnerables

Los hogares acogidos al bono social se triplicaron entre los meses de abril de 2018 y 2020, pasando de 449.267 a 1.311.662, según datos facilitados por el Ministerio de Transición Ecológica. Durante 2021, 133.000 hogares perdieron su derecho al bono por no renovarlo, con lo que todavía hay más de un millón de familias vulnerables acogidas a esta ayuda y que se verán afectadas por un aumento de la factura con los recientes cambios.

Aunque el Ministerio para la Transición Ecológica seguirá ofreciendo un descuento del 25% al 40% para los consumidores más vulnerables, y hasta un 50% para los consumidores en riesgo de exclusión social, la unificación de las seis tarifas anteriores en una dividida en tres franjas horarias con diferentes precios supone un incremento de hasta un 27% en la factura de la luz, calcula la Organización de Consumidores y Usuario (OCU). Esta subida afectará especialmente a los hogares acogidos al bono social eléctrico. Durante el primer día de junio, cuando entraron en vigor los cambios, este fue el coste medio para cada tramo horario, según Facua-Consumidores en Acción:

- Coste valle: 0,1471€/kWh.

- Coste llano: 0,1836€/kWh.

- Coste punta: 0,3057€/kWh.

La nueva factura puede agravar la brecha de género

Los costes de la electricidad dependerán de a qué hora se usen los aparatos eléctricos que tenemos en casa. Para poder ahorrar, el usuario tendrá que adaptar sus hábitos de consumo. Por ejemplo, los electrodomésticos que supongan mayor gasto (hornos, lavadoras, vitrocerámicas, radiadores eléctricos, etc.) deberían usarse de madrugada, concretamente de 00:00 a las 08:00 horas (horas valle), o durante los fines de semana y festivos nacionales.

Este aspecto ha levantado numerosas críticas porque resulta complicado adaptarse a los horarios, especialmente entre semana, aunque los hogares más desfavorecidos ha ya han comenzado a ajustar sus hábitos de consumo, según la conclusión que ha extraído El Comercio después de realizar diversas entrevistas a este tipo de familias. Esta situación, a su vez, puede agravar la brecha de género que existe en la actualidad.

Una de las principales medidas que se están llevando a cabo es renunciar a los sistemas de calefacción para recurrir a radiadores eléctricos, de los que se puede controlar mejor su consumo. Esto afecta a las mujeres porque, por lo general, son las que más tiempo pasan en casa realizando las tareas domésticas y quedan más expuestas a situaciones de más frío y calor. Esto trae consigo impactos negativos en salud o aumento de la brecha de género en lo relativo a la pobreza y la habitabilidad.

Además, esta adaptación provoca una mayor presión sobre las personas que llevan a cabo la organización del hogar, lo que puede derivar en trastornos de ansiedad y preocupación a la hora de tener que pagar los suministros.