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Una bola de fuego sobrevuela Andalucía

El fenómeno sobrevoló todo el suroeste de España a una velocidad de 57.000 kilómetros por hora hasta que se desintegró a la altura de Cádiz.

El proyecto SMART del Instituto de Astrofísica de Andalucía, creado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), detectó el paso de una bola de fuego por el cielo de Andalucía durante la noche del 4 de abril.

La bola de fuego, al parecer, era una roca que se desprendió de un asteroide y entró en la atmósfera de la Tierra a una velocidad de 57.000 kilómetros por hora. El fenómeno pudo ser advertido desde el centro y el sur del país a simple vista durante la noche, aunque el investigador principal del proyecto SMART, José María Madiedo, aseguró que a las 23:42 se produjeron las primeras grabaciones del suceso desde los observatorios astronómicos de Sevilla, La Sagra (Granada) y La Hita (Toledo).

Al entrar en la atmósfera a gran velocidad, la roca entró a gran temperatura y terminó convirtiéndose en una bola de fuego. El fenómeno comenzó a 81 kilómetros de la superficie a la altura de La Puebla de Cazalla (Sevilla) y terminó en la provincia de Cádiz, cerca de la frontera con Sevilla, a 30 kilómetros de altura.

Un fenómeno repetido en las últimas semanas

En las últimas semanas se han podido advertir varias bolas de fuego sobrevolando el país, principalmente la comunidad de Andalucía y otras zonas, como Badajoz. Sin embargo, la probabilidad de que un objeto de este calibre impacte en la superficie terrestre es mínima, puesto que la velocidad a la que se mueven hace que poco a poco se vaya desintegrando. "Para que pueda alcanzar la superficie, la roca ha de medir 20 o 30 metros de diámetro", ha explicado Madiedo.

No obstante, estos tamaños no son habituales y, de serlo, solo producirían "sonidos fuertes y un mínimo temblor en el suelo si finalmente caen". La explicación es que el movimiento de estos cuerpos supera la velocidad del sonido.

Proyecto SMART

El proyecto SMART tiene como objetivo observar el cielo para analizar el impacto contra la atmósfera de restos desprendidos de asteroides u otros cuerpos del Sistema Solar. Para ello cuenta con 90 cámaras de alta sensibilidad que se encuentran repartidas por todo el país y detectan con facilidad cualquier suceso semejante a este.