CORONAVIRUS

El extraño retraso de la vacunación en Japón con los Juegos Olímpicos en el horizonte

Luis Eduardo Noriega A.

El país tiene como objetivo vacunar a sus 126 millones de habitantes antes de los próximos Juegos Olímpicos de Tokio, que se celebrarán en julio.

Japón trabaja ya a contrarreloj para cumplir su objetivo de vacunación antes de que se celebren los Juegos Olímpicos de este verano en Tokio, con su inauguración fechada para el 23 de julio. Tras su cancelación el pasado 2020 por la situación epidemiológica, el país tiene se ha marcado como meta vacunar a sus 126 millones de habitantes contra el coronavirus antes del gran evento deportivo, con repercusión mundial en una edición muy especial. Lo que supone, según las autoridades, vacunar en torno a un millón de personas al día.

Lo cierto es que no será tarea fácil. Pese a no ser uno de los países más castigados por la COVID-19 desde su aparición en China el pasado 2019, los últimos meses han supuesto un claro aumento de los casos en el país oriental -con el sistema sanitario ya presionado- y ocupa el puesto número 37 en el ranking de contagios la Universidad Johns Hopkins de EE UU.

Japón comenzó la vacunación de su población la pasada semana, dos meses más tarde que países como Estados Unidos, Reino Unido, Israel o, incluso España. En este tiempo, desde la inyección de la primera dosis, Japón ha administrado un total de 18.000 vacunas entre su personal sanitario, personas de riesgo o de edad avanzada, su primer grupo de vacunación según el plan del gobierno japonés, que han revelado medios locales. Una diferencia considerable frente a Estados Unidos, que en dos meses ha inoculado 68 millones de dosis, según recoge la CNN.

Pfizer, la única vacuna autorizada

Con estos datos, si quieren llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio con toda su población vacunada, necesitarán darle una marcha más a sus campañas de vacunación en las próximas semanas. Lo cierto es que es complicado, especialmente teniendo en cuenta que el Gobierno de Japón tan solo ha autorizado el uso de la vacuna de Pfizer tras dos meses de estudios. Y es que la farmacéutica pidió su autorización el pasado mes de diciembre.

Estos retrasos vienen dados por la gran desconfianza en las vacunas que existe en este país. Desde el pasado mes de diciembre, Japón ha estado realizando todo tipo de pruebas clínicas con pacientes locales y la vacuna de Pfizer. Un proceso largo y cauteloso hasta llegar a la aprobación de la vacuna. De hecho, Moderna y AstraZeneca han solicitado su uso, aunque siguen esperando una respuesta por parte del gobierno de país.

Poca confianza en el país

Tal y como reveló un estudio llevado a cabo por la cadena estatal NHK, el 38% de los japonesas no se podrían la vacuna contra la COVID-19. El 50% admitió que sí recibirían la dosis, con el tanto por ciento restante con dosis sobre la vacuna: no tenían una respuesta clara por el momento y, admiten, preferían esperar a una mayor información sobre los efectos secundarios de la misma.

Una desconfianza que viene dada desde el pasado 2013, cuando el Ministerio de Salud del país recomendó no administrarse a vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) tras las numerosas información en la prensa local sobre los efectos secundario de la misma. La vacuna fue reconocida por la OMS y se confirmó su eficacia, pero el temor se hizo eco entre la población. Desde entonces, la vacunación es un tema delicado en Japón, siendo, a día de hoy, uno de los aspectos que complican el objetivo de una vacunación completa el próximo verano.