CORONAVIRUS

República Checa, el país europeo en el que repunta la COVID

Su tasa de mortalidad está entre las más altas del mundo, acaba de superar los 20.000 muertos por coronavirus y los hospitales están colapsados.

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República Checa atraviesa un momento bastante complicado en comparación con el resto de países de Europa, y casi a nivel mundial. El número de contagios había estado disminuyendo en las últimas seis semanas de manera consecutiva, pero la situación ha vuelto a empeorar. Y a eso se le suma una tasa de mortalidad muy elevada, entre las más altas del mundo, superando ya los 20.000 fallecidos.

El coronavirus está extendiéndose a causa de las cepas y los hospitales checos están al borde del colapso. El primer ministro, Andrej Babiš, ha admitido que su gobierno ha cometido “demasiados errores” y que no era el momento mirar al pasado.

República Checa es un país relativamente rico, con acceso a vacunas, con un sistema sanitario cuidado, respetado y con equipamiento médico y tecnológico. Además, una economía sólida y estable. Entonces, ¿cuál es el motivo de esta caída?

Decisiones tardías y varios pasos en falso

República Checa habría dado varios pasos en falso, con decisiones tardías y mensajes de la salud pública alejados de lo adecuado, según explican expertos en un análisis realizado por la CNN. “El gobierno ha adoptado una estrategia desafortunada de tomar decisiones basadas en las capacidades actuales del hospital, lo que significa que a menudo llegan demasiado tarde”, cuenta Jan Kulveit, investigador de la Universidad de Oxford.

Según este, la cantidad de pacientes que hay ahora en los hospitales checos es una imagen que apunta más a una epidemia tardía, es decir, algo que ya se ha vivido en otros países. “Hay una gran diferencia entre adoptar las medidas a tiempo y esperar diez días. Un retraso de diez días, cuando el número de reproducción es 1,4, significa duplicar la epidemia”, añade.

Y ante esto, el país ha tenido que recurrir al bloqueo estricto, mientras en otros países se están empezando a flexibilizar las medidas. “Entiendo que es difícil, pero es muy importante. Tenemos que hacer esto juntos y espero que todos entiendan y nos den una última oportunidad para que podamos manejar esto juntos”, razonó Andrej Babiš.

¿Qué se le critica al Gobierno?

Para Rastislav Maďar, uno de los principales epidemiólogos del país, ha habido tres grandes errores. En primer lugar, no hacer caso a sus propios asesores, entre ellos el mismo Maďar, también se negó a poner la mascarilla como obligatoria, y en tercer lugar, reaccionó tarde a la llegada de las variantes.

También se ha politizado mucho la pandemia en el país, y eso se ha traducido en falta de medidas o en el retraso de las mismas. Y encima, en Navidad, a medida que las infecciones disminuyeron, se tomó la decisión de dar pasos hacia la relajación y levantar restricciones para que la gente pudiera disfrutar de las fiestas navideñas.

"El gobierno no escucha a los expertos y está lidiando con la pandemia en función de sus necesidades políticas y cuando se explican las medidas al público, lo hacen los políticos, en su mayoría el Primer Ministro, lo que significa que una parte del público es propenso a boicotear las reglas por razones políticas", explica Dagmar Dzúrová, diputada jefe del Departamento de Geografía Social y Desarrollo Regional de la Universidad Charles de Praga, que apunta también hacia una falta de apoyo financiero significativo.