Vienen más Filomenas por el cambio climático

La histórica nevada que ha afectado a Madrid y a otras regiones españoles y el frío intenso que sufrimos estos días en muchas zonas del país podría ser un avance de otras situaciones similares en el futuro. Así lo señalan los expertos, quienes apuntan a que en años venideros se producirán más temporales como el que hemos sufrido.

Se trata de un fenómeno que a priori podría resultar chocante con el cambio climático y el consecuente calentamiento global. Sin embargo, entra dentro de la lógica. El calentamiento que está sufriendo la Tierra provoca que se descongelen los polos y con ello el equilibrio del planeta se ve alterado.

Este hecho facilita que se produzcan eventos extremos, si bien es cierto que los relacionados con el calor son más frecuentes en España que los del frío. No obstante, estas variaciones producidas por el cambio climático también pueden producir situaciones como la que hemos vivido con la borrasca Filomena en este mes de enero cuando se dan las condiciones necesarias.

Fenómenos extremos

"Existe un aumento de la frecuencia e intensidad de los diferentes fenómenos meteorológicos extremos vinculados al cambio climático. Hay muchos estudios que lo demuestran. Por ejemplo, cuando la corriente en chorro se debilita, serpentea, se queda estacionaria y provoca fenómenos extremos, en este caso en Europa", explica la meteoróloga Joanna Ivars en La Sexta.

En el caso de la borrasca Filomena, esta ha tenido lugar debido a que una masa de aire frío ha interaccionado con otra más cálida y húmeda en unas condiciones determinadas. Se trata de un fenómeno que ha tenido como consecuencia unas nevadas de grandes dimensiones.

Los expertos no pueden asegurar de manera tajante que este temporal haya estado directamente ligado al cambio climático, pero advierten que el incremento de la temperatura del planeta facilita que se produzcan olas de calor con más asiduidad durante los veranos y que aparezcan entradas de frío intenso en los meses de invierno. Por ello apuntan a que los eventos climatológicos extremos serán más habituales en el futuro.