CORONAVIRUS

El CEO de Pfizer vendió el 62% de sus acciones tras el anuncio de su vacuna

DADO RUVIC

Albert Bourla ganó unos 5,6 millones de dólares (4,7 millones de euros) con la venta de 132.508 acciones a un precio individual de 41,94 dólares.

El CEO de Pfizer, Albert Bourla, liquidó el 61,8% de sus acciones en la compañía farmacéutica el mismo día en el que se anunció un 90% de eficacia de la vacuna contra la COVID-19 que desarrolla junto a BioNTech , según consta en la documentación de la Comisión del Mercado de Valores (SEC, por sus siglas en inglés).

Así, el pasado lunes, el consejero delegado se deshizo de 132.508 acciones a un precio de 41,94 dólares cada una, lo que equivale a un total de 5,5 millones de dólares (4,7 millones de euros). En la anterior sesión, la del viernes, el título se había quedado en 36,4€, más de un 13% por debajo del precio de venta de las acciones del CEO. Sin embargo, el gran anuncio se transmitió a gran velocidad por las Bolsas, con especial incidencia positiva en España.

Según dijo un portavoz de Pfizer en varios medios, Bourla lleva 25 años en la farmacéutica y es propietario de una "cantidad sustancial de acciones" bajo diferentes planes de ahorros, y había autorizado a la firma gestora de los mismos a vender una parte si alcanzaban "un cierto precio". No obstante, el consejero delegado aún mantiene de forma directa un paquete accionarial de 78.273 títulos en la compañía, además de otros 3.539 de forma indirecta, lo que representa "nueve veces su salario".

Pfizer tuvo que explicar la situación

Al publicarse la noticia de esta transacción, la farmacéutica recibió numerosas críticas en redes sociales de personas que calificaban este movimiento de "sospechoso" y daban a entender que había algo oscuro detrás de la fabricación de la vacuna. Como consecuencia, Pfizer indició que la transacción había sido autorizada con antelación por Bourla el pasado 19 de agosto en el marco del programa de administración de acciones de la firma, por lo que no corresponde a un movimiento coyuntural: "La venta de estas acciones es parte del plan de financiación de Bourla". El acuerdo, por tanto, estipulaba la colocación de "un predeterminado número de acciones en un momento predeterminado".

De esta forma, con la mejor cotización de Pfizer en 54 semanas, a la que se llegó el pasado lunes, la venta se llevó a cabo. El momento de la transacción coincidió entonces con el anuncio de los avances con la vacuna. La operación estaría avalada por la regla 10b5-1 del mercado de valores estadounidense, que fija las condiciones para que los ejecutivos de empresas cotizadas puedan operar sin infringir las normas sobre el uso de información privilegiada.

Un gesto muy común

Sally Susman, vicepresidenta de Pfizer, también vendió el lunes un paquete accionarial de 43.662 títulos a un precio individual de 41,94 dólares, es decir, un total de 1,8 millones de dólares (1,5 millones de euros). Aunque, también mantiene aún una participación directa de 108.096 acciones y controla de manera indirecta otros 708 títulos de la farmacéutica.

Los ejecutivos de las grandes firmas suelen vender acciones por intervalos a través de este tipo de planes de gestión de capital que se acogen a la ley, pero algunos deciden retrasar esos movimientos para evitar que parezca que aprovechan acontecimientos que disparan sus precios. Hace unos meses, algunos ejecutivos de Moderna vendieron grandes cantidades acciones tras anunciar resultados prometedores en una fase inicial, lo que generó críticas e incluso una advertencia del presidente de la SEC, Jay Clayton, para que las empresas practiquen "buena higiene corporativa" en "estos tiempos".