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Dos bares gallegos inauguran un día y tienen que cerrar al siguiente

ANA F. BARREDO

El pasado miércoles, la Xunta de Galicia decretó la clausura de la hostelería en 60 municipios de la comunidad autónoma.

El hostelero Silver Roca iba a abrir su nuevo restaurante en Oleiros (A Coruña) el pasado viernes 6 de noviembre. Lo mismo ocurría con Jesús Carrasco, que reformó durante el mes de octubre el bar que iba a poner en marcha en Lugo. Pero pasó lo inevitable: llegó la orden de cierre de la hostelería en 60 municipios gallegos, se vieron obligados a clausurar sus puertas y ahora ambos preparan comida para llevar.

Roca decidió en mayo de 2020 reformar un local situado encima de la cafetería Café Poniente: "Sabíamos que no era la mejor época, pero en verano los datos no eran tan malos", afirmó en declaraciones a EFE.

Cuando ya estaba todo preparado, esta semana hizo una inauguración íntima e invitó a algunos amigos para que probaran la carta con la idea de abrir al público el viernes por la noche. Pero el miércoles llegó el anuncio de la Xunta que decretaba el cierre de la hostelería durante un mes en 60 localidades gallegas.

Para intentar subsanar esta decepción, Roca se puso manos a la obra con el reparto a domicilio y la comida para llevar. Así, adaptó la carta, compró el material necesario y cambió su idea de negocio. Ahora, un repartidor, dos cocineros y él están trabajando, mientras que cuatro empleados están en ERTE.

Envasar las especialidades

Una suerte similar corrió Jesús Carrasco, que inauguró su bar el 5 de noviembre pese a saber que al día siguiente tenía que cerrar. La apertura, tal y como relató en el citado medio, fue "muy bien", ya que asistió más gente de la que esperaba para darle "ánimos", y tuvo "muy buena acogida".

Por ello, ahora ha decidido envasar sus especialidades para comercializarlas a través de la ventana de su establecimiento: "Ya me quitaron la ilusión una vez y no me la van a quitar dos", subrayó Carrasco.

Ahora, le toca "empezar otra vez de cero", aunque confía en que sus productos triunfen. Además, tiene claras sus expectativas: "Los 10 o 12 años que me quedan para jubilarme quiero terminarlos aquí, en el café bar O Cruce".