Nueva Zelanda vuelve a matar al coronavirus

Nueva Zelanda lo ha vuelto a hacer. Después de ser uno de los países que mejor logró controlar la pandemia durante los primeros meses de esta, cuando apenas se conocía mucho sobre el coronavirus, de nuevo han conseguido reducir los contagios a niveles mínimos.

El país oceánico fue incluso alabado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por su eficacia para combatir el virus. Tras más de 100 días sin un contagio local, el pasado mes de agosto un nuevo brote en Auckland volvió a hacer saltar las alarmas. Sin embargo, ya es historia.

Según han informado este miércoles los expertos en materia sanitaria del país, los últimos seis residentes infectados ya se han recuperado y la ciudad suma diez días consecutivos sin registrar contagio alguno. Por lo tanto, desde esta medianoche las medidas se rebajarán para tener las mismas que el resto del país: no habrá límite de 100 personas en las reuniones públicas ni distancia social en bares y restaurantes.

El brote de Auckland, bajo control

El ministro de Salud, Chris Hipkins, celebró esta nueva victoria del país. "Es un gran hito. Los neozelandeses, una vez más, a través de sus acciones colectivas, aplastaron el virus". Asimismo, se mostró orgullo tras comprobar que "los sistemas que se han desarrollado y fortalecido desde nuestra primera ola han funcionado de manera muy efectiva para perseguir el virus, aislarlo y eliminarlo". El ministro espera que este brote pueda declararse oficialmente por "cerrado" en cuatro semanas (dos periodos de incubación) si no se registran nuevos casos asociados al mismo.

Ya este lunes, la primera ministra Jacinda Ardern cuantificó en un 95% las posibilidades de que el el virus no estuviera en la comunidad, pues el país lleva desde el 24 de septiembre sin registrar casos locales. "La COVID-19 estará con nosotros durante muchos meses más, pero aún así deberíamos marcar estos hitos", declaró Ardern.

Esta segunda ola ha dejado un total de 186 contagios, de los que 37, todos importados, permanecen en cuarentena. En total, 25 personas han perdido la vida por la COVID-19 y 1.505 han contraído la enfermedad.