CORONAVIRUS

Sanidad aprueba los test antígenos: efectividad y diferencias con otras pruebas

El objetivo es facilitar y agilizar el diagnóstico de los contagiados para iniciar cuanto antes las medidas de control oportunas y reducir la transmisión.

La Comisión de Salud Pública aprobó este martes la actualización de la 'Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de la COVID-19', en la que se incluía, entre otras novedades, la incorporación de los test antigénicos como herramienta de diagnóstico y cribado, algo que habían pedido las comunidades autónomas.

El objetivo principal es facilitar el diagnóstico y que este pueda realizarse lo más rápido posible y de esta forma, iniciar las medidas de control oportunas para disminuir la transmisión del virus, exponen desde el departamento que dirige Salvador Illa. Además, añaden que el uso de estas pruebas permitirá hacer frente al previsible aumento en los próximos meses de las necesidades diagnósticas por el aumento de infecciones respiratorias como la gripe y, a su vez, poder dar una mejor respuesta en entornos específicos como los centros educativos.

De esta forma, se refuerza la necesidad de que las comunidades autónomas establezcan los circuitos de diagnóstico necesarios para la priorización en la realización de las pruebas a las personas con síntomas, y aquellas dirigidas al estudio de brotes en ámbitos estratégicos y en determinados entornos como centros sanitarios, sociosanitarios o educativos.

Más rápidos y sencillos

La principal diferencia que tienen los test de antígenos con respecto a las PCR es que se puede conocer el resultado en pocos minutos gracias a una muestra de saliva o procedente de la nariz. Además, son muy sencillos de hacer y no requieren la presencia de personal sanitario, por lo que los usuarios lo pueden hacer desde casa.

Solo hay que coger una muestra de la mucosa de la nariz del paciente utilizando un hisopo (un palo fino con una pequeña bola de algodón en la punta), y colocarla en una pieza de cartón del tamaño de una tarjeta de crédito que contiene un reactivo. Pasados 12-15 minutos, se pueden leer los resultados directamente en el cartón. Una línea de color indicará que el resultado es negativo, mientras que si salen dos líneas significa que hemos dado positivo. Estas pruebas también destacan por su bajo precio.

Con las PCR, en cambio, aunque son las más fiables, hay que esperar unas 4 horas para conocer el resultado, aunque debido a los retrasos de los laboratorios, sabremos si somos positivos o negativos entre uno o dos días después.

En cuanto a las pruebas serológicas, estas se dividen en dos: las rápidas y los test Elisa. Las primeras ofrecen resultados en 10 minutos también, pero tienen poca sensibilidad y durante los primeros meses dieron muchos falsos positivos o negativos. Por su parte, los test Elisa permiten conocer la evolución de la enfermedad en el paciente

Alta efectividad

Cuando al principio de la pandemia salieron unas pruebas de este tipo, no resultaron fiables, pues su sensibilidad era de 30%, cuando debía ser superior al 80%. Pero ahora la situación ha cambiado. Sin llegar al nivel de acierto de una PCR, actualmente, los test de antígeno presentan una media de fiabilidad que oscila entre el 87% y el 97%, resultados más que aceptables. "Es más, estos test llegan incluso a ser exactamente igual de fiables que una PCR si se realizan durante los tres primeros días de la aparición de síntomas", explicó recientemente en El Mundo Héctor Castiñeira, administrador del usuario twittero "Enfermera Saturada". De ahí que las autoridades españolas consideren que son aptas para usos masivos.

España desoye a la OMS

El lunes, Fernando Simón afirmó que, si bien la principal utilidad de los test antigénicos es diagnosticar contactos estrechos, también podrían servir para encontrar asintomáticos: "Pueden ser muy útiles para realizar cribados masivos, si bien cuando haya un positivo se le deberá también realizar una PCR". Y el martes, la Comisión de Salud Pública aprobó esta prueba como herramienta de cribado. Por su parte, Andalucía ya ha comenzado a realizar estas pruebas en residencias de ancianos y Madrid ha anunciado que las empleará a partir de la semana que viene en barrios con alta incidencia para, precisamente, detectar asintomáticos.

Estas declaraciones y la decisión de Sanidad chocan con la teoría expuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un documento publicado hace unos días. En él, recomienda no utilizar estos test en individuos asintomáticos, en poblaciones con poca incidencia o en controles fronterizos y de aeropuerto. Así, aconseja usarlos solo en personas con síntomas o en contactos estrechos.