CORONAVIRUS

Confinamiento selectivo: qué es y como funciona

Vítor Lerena

Madrid puede tomar como ejemplo el aislamiento realizado en cuatro barrios de Palma de Mallorca: Son Gotleu, Can Capes, La Soledat Nord y Son Canals.

Una de las medidas que se plantea Madrid para reducir la propagación de la COVID-19 pasa por el confinamiento selectivo. La capital española puede tomar ejemplo de las disposiciones adoptadas en cuatro barrios de Palma de Mallorca: Son Gotleu, Can Capes, La Soledat Nord y Son Canals.

Así, desde el pasado viernes a las diez de la noche, unos 23.000 residentes de estas zonas situadas al este de la ciudad, adoptaron nuevas normas dentro de un perímetro trazado sobre el papel, aunque no delimitado de forma física. Los residentes no pueden abandonarlo salvo para casos excepcionales, como ir al trabajo, llevar a los niños a clase o acudir al médico.

Las limitaciones también afectan a tiendas y restaurantes, cuyos aforos se han reducido a la mitad. Asimismo, las reuniones de personas no pueden superar las cinco personas, se han suspendido los oficios religiosos y todos los comercios deben estar cerrados a las diez de la noche.

Mala evolución epidemiológica

La decisión de aislar parcialmente estas zonas mallorquinas se tomó por la evolución de la enfermedad y tras valorar una serie de indicadores preocupantes. Entre ellos estaba la acumulación de positivos en un mismo edificio o domicilio, que se repetían en numerosas viviendas y aumentaban el riesgo de transmisión comunitaria.

El objetivo de estas limitaciones es rebajar el peligro de transmisión del virus a través de la disminución de los contactos de cada persona. Tiene previsto finalizar el domingo 27, pero se puede prolongar si no mejora la situación epidemiológica de los barrios.