La pandemia del coronavirus avanza en la Comunidad de Madrid donde solo en el día de ayer se registraron 1.854 nuevos positivos y 124 fallecimientos de los 4.728 contagios y 366 muertes contabilizados en 24 horas en nuestro país. Esta situación ha llevado al Gobierno regional a tomar unas medidas que verán la luz el viernes y que contemplan confinamientos selectivos de algunas de las zonas más afectadas de la provincia madrileña.

En concreto, la zona sur de la Comunidad es la que peores datos registra y la que sufrirá esos aislamientos que plantea el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso. De momento y, según han informado fuentes del Gobierno de Madrid a Vozpópuli, las localidades de Leganés, Parla y Fuenlabrada y los distritos de Puente de Vallecas, Usera y Ciudad Lineal tendrán restricciones de movimiento a partir del fin de semana.

Los centros de salud de estas zonas están saturados y no dan a basto. Cada día son cientos y cientos los pacientes que acuden a los ambulatorios y los médicos, si los hay, tienen que hacer horas extra porque la lista de enfermos a atender es cada vez más larga.

Frente a este aumento de casos y falta de personal en muchos centros de salud, Madrid estudia reabrir el hospital de campaña de Ifema para que sea una zona 100% COVID, dejando a los hospitales libres para que puedan tratar otro tipo de patologías.

¿Por qué la zona sur es la más afectada?

De toda la Comunidad de Madrid, la zona sur es el epicentro de la pandemia, ya que en el resto de municipios o distritos del resto de zonas los casos que se conocen son escasos, en muchos casos limitados a reuniones familiares y al ocio nocturno.

Pobreza

Esto se debe a la pobreza que se vive en estas zonas, en especial en Puente de Vallecas, el distrito con la tasa de incidencia por cada 100.000 habitantes más alta de todo Madrid y donde figura la menor renta per cápita de la capital según el Atlas de Distribución de Renta de los Hogares del Instituto Nacional de Estadística.

La pobreza y la desigualdad justifican estas cifras en algunas zonas del sur de Madrid que acumulan las tasas más altas de desempleo, hacinamiento y vulnerabilidad social. Para muchas de estas personas, la calle se convierte en un sitio para vivir ante la falta de sitios habitables.

Viviendas más pequeñas

Otro de los motivos de que estas zonas sean las más afectadas es el tamaño de los hogares. En muchos casos son de pequeño tamaño y son muchas las personas de una misma familia que viven en ellos. Por otro lado, también hay individuos que viven en habitaciones con toda la familia ya que no tienen recursos para permitirse pagar el alquiler de un piso.

Movilidad

Estas zonas cuentan con muchos trabajadores que se mueven constantemente en el transporte público, lo que también favorece a un alto nivel de contagios ya que, además, los movimientos se realizan en horas puntas.

Falta de personal en los centros de salud

A todo ello, le unimos la falta de personal en los ambulatorios de estas zonas donde en algunos casos, como en el de Abrantes, en Carabanchel, apenas hay un médico para atender a todos los pacientes que hacen largas colas para entrar al centro de salud.

Lo mismo ocurre en el centro de salud Buenos Aires, en Puente de Vallecas, donde una enfermera relata para El Mundo: "Necesitamos personal, recursos, material... La situación es horrible. La gente no entiende los retrasos. Te gritan, te insultan, se ponen muy violentos... Hemos pasado de héroes a villanos…

Ya en el mes de agosto Patricia, una médica de 42 años, explicó para El País como en el ambulatorio Vicente Soldevilla, del barrio de San Diego, en Vallecas, los enfermos pedían que no se les concediera la baja porque sino pierderían sus trabajos, ya que muchos de ellos cuentan con trabajos precarios y necesitan el dinero para vivir.

“Con frecuencia la gente no cumple el confinamiento. No les culpo por ello porque es que muchos no pueden cumplirlo. En Estado de Alarma todo era más fácil para que se quedaran en casa al estar obligados, pero hoy vivimos con la sensación permanente de que tratamos de ponerle puertas al campo”, declaró Patricia.

Este puede ser otro de los motivos del aumento de contagios en la zona sur, ya que si los enfermos por COVID siguen yendo a trabajar por temor a perder su trabajo, favorecen a un mayor contagio, más elevado si usan el transporte público.