NBA | JIMMY BUTLER

Jimmy Butler atiza a los Sixers: "Nadie le decía nada a nadie"

El jugador de los Heat ha criticado la falta de liderazgo de su ex equipo, revelando una reunión con Simmons, Embiid y Brett Brown que no le gustó nada.

Harry HowAFP

Cuando Jimmy Butler fue traspasado a los Philadelphia Sixers el 10 de noviembre de 2018, todo el mundo les consideró favoritos al anillo. O al menos, sólidos candidatos. Con hombres como Joel Embiiid, Ben Simmons o JJ Redick en sus filas, además de la posterior adquisición de Tobias Harris en febrero, la franquicia tenía una plantilla lo suficientemente solvente como para intentar el asalto al anillo casi 40 años. Fue en 1983 cuando Julius Erving y Moses Malone lideraron a los Sixers a la consecución de su último campeonato (four, four, four...), el tercero en su historia (en 1983) y al que no se volvieron a acercar más allá de las meritorias Finales logradas en 2001, con Allen Iverson en pìsta y Larry Brown en los banquillos.

Nada más lejos de la realidad, los Sixers cayeron en semifinales del Este, su techo desde ese 2001, merced a un tiro de Kawhi Leonard sobre la bocina que entró tras tocar hasta cuatro veces el aro. Ahí se quedó un proyecto que en verano se encontraba en el hándicap de tener que quedarse con muchos contratos y poco margen salarial y en el que se acabó yendo JJ Reddick, hoy en los Pelicans... y Jimmy Butler, que en una decisión recíproca, bien por que los Sixers no le ofrecieron el máximo o porque él mismo se quiso a ir a liderar un proyecto en solitario, el alero acabó en los Heat, donde parece haber encontrado un nuevo hogar lejos de un equipo en el que estaba más cómodo que en los Timberwolves y menos de lo que parecía.

Tras salir de Philadelphia, los rumores de que su salida no fue en buenos términos, alentados por el propio Butler, se repitieron cada vez más. Y en estos tiempos de confinamiento, ha sido la propia estrella la que ha hablado de algunos de los problemas que tuvo en la franquicia, haciendo especial hincapié en una reunión que hubo entre Brett Brown, Ben Simmons, Joel Embiid y JJ Redick. De hecho, ha sido en el podcast de este último en el que Butler ha expresado que no le gustó nada la actitud en la que se desarrolló dicha reunión. "Todos estamos sentados allí, y no se logró nada en absoluto. Entonces, pensé, y te dije esto cuando salíamos, 'J.J., ¿por qué volvería allí otra vez? No se está logrando nada. Nadie le dice nada a nadie '. Estábamos sentados aquí viendo una película, y literalmente puedes hacer clic y todos estaríamos mirando a nuestro alrededor".

La estrella no ha parado ahí: "En cualquier día, yo como persona y como jugador, no sabía quién estaba al cargo. Creo que eso fue lo más importante. No sabía qué demonios esperar cada vez que iba al gimnasio, al avión o al partido. Estaba perdido", asegurío Butler, famoso por exigir siempre el máximo a sus compañeros, algo que le granjeño problemas en los Wolves pero, aparentemente, no en los Sixers, a pesar de que ahora está revelando lo contrario. Además, el el mismo podcast, cuyas declaraciones ha recogido NBC Sports, Butler ha asegurado que "no tenía ni idea con quien hablar", en la franquicia.

Meses después, parece que los Sixers, que van en la sexta posición de la Conferencia Este con un récord de 39-26 que sabe a poco y que les deja muy alejados de los gallos de la NBA, tienen que repensar el proyecto. Independientemente de si se equivocaron o no con Butler, que está viviendo su cúlmen baloncestístico en Miami (20,2 puntos, 6,6 rebotes y 6,1 asistencias), parece que en Philadelphia tienen que hacer cierto revisionismo y mirar al futuro desde otro prisma, ya sea traspasando uno de los intocables (Simmons y Embiid) a un Tobias Harris que cobrará 32 millones este año (y 34, 35, 37 y 39 hasta 2024) o a Al Horford, cuyo fichaje, que ha colapsado todavía más la zona, ha sido inexplicable (sobre todo por su alto salario). O cambiando de entrenador, siendo Brett Borwn uno de los máximos señalados de la deriva negativa del equipo y al que Butler se puede estar refiriendo con la falta de liderazgo. De una forma u otra, los Sixers, que dejaron escapar a su ya ex jugador, tienen que hacer cambios. Y sí, bien distinta podría ser la historia si ese lanzamiento de Kawhi Leonard no hubiera entrado y los Sixers hubieran ganado en la prórroga. Pero claro, estamos aquí para contar lo que pasó y no lo que podría haber pasado.

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