GUÍA

El pabellón de Miribilla, ya famoso por ser uno de los más ardientes de la ACB, solo conocía la ACB hasta hace un año en cuanto a las competiciones masculinas españolas. Pero un curso desastroso le envió a la LEB. Ahí, en la segunda categoría, la afición bilbaína aún valoró más lo que significa estar entre los grandes. La gente no dio la espalda al equipo y le llevó en volandas al ascenso tras la travesía por el infierno. Mientras se libraba la eterna batalla en los despachos con un concurso de acreedores, el RETAbet fue adaptándose a la categoría hasta lograr el salto en su propia Final Four.

Y en esta segunda etapa en la élite, la directiva ha demostrado que en Bilbao se ha aprendido de los errores. La prioridad es rebajar la deuda, sin locuras. Mumbrú, que se estrenó como entrenador en la LEB, pisa por primera vez un banquillo ACB con el equipo más humilde de la categoría.

Para cumplir el objetivo, el exalero internacional ha convencido a Rafa Martínez para que se suba al barco de los Hombres de Negro. Después de aspirar a los títulos en Valencia, de donde se marchó llorando, el escolta de Santpedor quiere recuperar la sensación de ser un líder en minutos y peso en el juego. Se ha mantenido parte del esqueleto del plantel que ascendió (apuesta inhabitual por los dos norteamericanos Lammers y Brown, más Schreiner, Rigo y Cruz) y se ha incorporado a Salgado al equipo técnico una vez que decidió colgar las botas. También se ha lanzado la entidad hacia la vía francesa, con el base Rousselle y el alero Bouteille. Balvin, que conoce de sobra la categoría, es la referencia por dentro. La gran apuesta es Kulboka, perla lituana de 21 años a la que se intentará adaptar a la posición de cuatro. Sergio Rodríguez y Sulejmanovic tendrán un papel menos preponderante.

Se disolvió el famoso Big Three Raúl López-Mumbrú-Hervelle en Bilbao. Sólo quedó un superviviente. Mumbrú sigue la trayectoria de decenas de jugadores que han sido históricos y que tratan de abrirse camino como entrenadores una vez que cuelgan las botas. Su estreno en la LEB fue dulce, con ascenso, pero ahora le llega la reválida. Su estilo se encuadra en la escuela Aíto: ante todo, la gente tiene que seguir las reglas, jugar con orden. Hay mucho empleo del tiro triple y la defensa es donde empieza todo.

La ACB examina a Kulboka, una perla lituana que ha destacado en las categorías inferiores con su selección, obteniendo la medalla de plata en el Europeo Sub-18 de 2016, donde promedió 15.7 puntos y 6.2 rebotes. A pesar de su juventud, ya ha debutado con la absoluta en partido de la fase de clasificación para el Mundial de este año. Lo hizo ante Kosovo en 2018, anotando 9 puntos y capturando 5 rebotes. Destaca por su talento ofensivo, especialmente por su facilidad para anotar triples. Por su envergadura también va ayudar en defensa y en el rebote ofensivo.

Muchos se sorprendieron al ver cómo un jugador del palmarés y el carisma de Rafa Martínez pudo apostar por un recién ascendido en paños menores en cuanto a recursos económicos como el Bilbao Basket. “Alex (Mumbrú) me llamó nada más despedirme de Valencia, se puso un poco pesado y me convenció”, señaló entre risas en su presentación en Bilbao. Para él es un reto recuperar un papel de absoluto líder que dejó atrás cuando hizo las maletas en 2008 en Manresa para ser casi uno más en la Fonteta. Va para 38 años y son muchos, pero ayuda que sólo jugará una competición.

¿Cómo ve al equipo?

No le he podido seguir mucho por mis ocupaciones. Veo que se ha apostado por los americanos del año pasado en la LEB, me parece adecuado. Los clubes sin grandes presupuestos deben adoptar este tipo de medidas. Alex (Mumbrú) tiene las piezas para jugar al baloncesto que le gusta. Ojalá tengan un buen comienzo, para evitar los nervios.

¿Qué fichaje le hace especial ilusión?

Balvin parece que es el que más renombre tiene. Ha hecho un Mundial muy bueno y seguro que será una pieza fundamental. Luego está Rafa, jugador con mucho peso en la Liga. Y Bouteille, que puede sorprender en la ACB. Hay gente para dirigir, para abrir el campo y un Balvin que definirá por dentro. Es una plantilla equilibrada.

¿Qué opciones tiene el equipo este año?

Es evidente que la permanencia, pero no se puede renunciar a nada de saque. Nosotros en los últimos de ACB nos dejamos contagiar por la ilusión, ahora no tiene por qué ser diferente. Lo principal es asentarse en la Liga, estar muchos años. Y luego está el tema económico, buscar que la deuda se acerque a cero de forma irrefrenable.