Baloncesto | Liga Endesa | Real Madrid 71-Caja Laboral 81

Lampe pega fuerte al equipo donde se crio

Con Llull y Tomic neutralizados de salida, con problemas de faltas, el Madrid empezó con mal pie y se derrumbó al final. Decidieron la defensa baskonista, un imperial Lampe y la traca final de Bjelica y San Emeterio con la ayuda de Prigioni. 0-1, pero queda mucho.

Las cartas venían marcadas, cada equipo sabía qué hacer y qué evitar; pero el Caja Laboral pasó de la teoría a la práctica con naturalidad y precisión. El Madrid, no; se atragantó en la segunda parte, anulado por la defensa baskonista y desconcertado por la disposición ofensiva de los de Ivanovic. El montenegrino trazó la hoja de ruta y sus soldados la siguieron a pies juntillas, sin salirse de la línea. Quizá Lampe se salió un poquito, pero por arriba y para desequilibrar con talento. Monstruoso­.

Desde que el polaco-sueco formado en la cantera del Madrid volvió de la NBA escuché a técnicos y directivos dudar de él, nunca sería la figura que prometía. Resbalón sonado, visto lo de ayer. ¡Qué jugador y qué clase! Grande, reboteador y con movimientos de fino estilista y una manita que para sí quisieran muchos aleros. Al final, 21 puntos con pocos fallos, 11 rebotes y 24 de valoración. "Tenía ganas de enfrentarme al club donde me crie". Un Madrid al que estuvo pagando durante años mucho dinero, el que le debía por rescindir su contrato y marcharse prematuramente a la NBA. Escarmentado, le llega ahora su segunda oportunidad.

Con él, el Caja Laboral llegó a formar con cinco jugadores abiertos por detrás de la línea de tres, forzó a Tomic (siete minutos en pista, cuatro faltas) y a Begic a alejarse de la pintura; también lo hizo Nemanja­ Bjelica­, que apuntilló con su tiro. Crearon espacios para que San Emeterio y Prigioni penetraran, desbarajuste que permitió a los baskonistas rebotear en ataque. Martillo pilón.

El base argentino aprovechó que le sobremarcaron para asistir. Debieron dejarle que entrara, que decidiera ahí, pero sus ex le facilitaron el camino: arrastraba a dos y rompía la defensa. Por momentos se emparejó con Carroll en ambos lados de la pista y al americano le atrapó el calor pegajoso del muro baskonista y, luego, la ansiedad. A Llull ya le habían neutralizado de salida, también por las faltas (mal arbitraje), y el Madrid se quedó sin ritmo. Plano. Alguna acción de Begic, la garra de Velickovic y de Reyes, Sergio tras bote en individual... Y ya. Lampe empató a 67 y Bjelica y San Emeterio prendieron la traca final. Más cerca de la final y a la vez muy lejos.