BILBAO BASKET

Mumbrú: "Hay que saber salir de los sitios y más, con tanto cariño”

Emocionante despedida del Bilbao Basket tras 13 años como jugador y técnico. Acabó entre lágrimas. Decidió irse tras ver su camiseta colgada en Miribilla. Valencia le espera.

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Mumbrú: "Hay que saber salir de los sitios y más, con tanto cariño”
AIOL

No es fácil la despedida de una persona que ha estado en un club nueve años como jugador y cuatro como entrenado. En el deporte todo es efímero, por eso, una figura como Mumbrú que ha trascendido al día a día del Bilbao Basket durante una etapa tan larga, pasa a ser icono de Miribilla. Su despedida del club ha estado rodeada de emoción. Ha comparecido con la presidenta, Isabel Iturbe, y el director deportivo, Rafa Pueyo. Han estado presentes otra leyenda como Salgado y uno de los capitanes, Rousselle. Ha leído una nota inicial elaborada de su puño y letra y se le quebraba la voz, no ha podido evitar las lágrimas.

Ahora se va al Valencia. Se decantó por cerrar el ciclo bilbaíno hace mucho, pero el último impulso ha llegado estas dos semanas. “Después del partido contra el Real Madrid, cuando vi mi camiseta colgada en Miribilla, supe que había llegado el momento de salir. Lo hablé con mi hijo en el coche. Gracias Aleix por saber guardar el secreto”. Esgrimió que le ha costado dar el paso, pero era inevitable. "Cuando ha habido malos momentos, siempre he decidido quedarme. Ahora el club está bien dirigido y llevado, y el equipo se ha plantado en Europa. Era el momento”.

Mumbrú, abrazado a Salgado, las dos mayores leyendas del club

Mumbrú pudo terminar su discurso a duras penas. Inicialmente se acordó de Pablo Laso, hospitalizado por un problema cardíaco; le deseó una pronta recuperación. Y también de su cuerpo técnico, "por acompañarme y apoyarme en los buenos y malos momentos", de los baloncestistas compañeros de su época de jugador y a los que ha tenido a sus órdenes como entrenador. También se deshizo en elogios hacia el Consejo de Administración "por su confianza en los malos momentos como los de hace dos temporadas".

El técnico barcelonés quiso dejar claro que su marcha no se debe a las ofertas que ha tenido en estas últimas semanas, recalcando que ya tenía muy madurada la idea: “No voy a negar que hay conversaciones con otros equipos, es ley de vida. Pero mi decisión estaba tomada, no dependía de que hubiera equipos que me quisieran o no. Hay que saber salir de los sitios y más, cuando tienes tanto cariño”. En ese sentido, aseguró que en su marcha no han intervenido aspectos económicos. “Es una decisión estricta mía. No ha habido negociación, vi que era el momento. Yo ya había comunicado mi decisión al club, simplemente nos dimos tiempo para que la decisión no fuera en caliente, he sido muy honestó con el club”, destacó.

Para Mumbrú es “muy importante” dar este paso en un momento en el que el club cuenta con estabilidad económica y deportiva. “Me sentí muy mal cuando el equipo bajó, me sentí parte muy importante del descenso. El club se arriesgó mucho ofreciéndome el banquillo, apostando por mí cuando nadie más lo habría hecho, y las cosas han salido bien. Ahora el proyecto está asentado, la economía está mejor y el pabellón vuelve a estar lleno. Era el momento ideal para que esta relación profesional se acabe”. 

La presidenta, Iturbe, habló en tono solemne: "Hoy no es un día más, es un día especial porque nos toca despedir a uno de los nuestros. Nos ha acompañado tanto en los buenos momentos como en otros no tan buenos, convirtiéndose en una persona fundamental en nuestra historia. Nos habría gustado que hubiera estado 15 años, si llegamos a saber todo esto no subimos el dorsal hasta dentro de dos. Respetamos la decisión, sabemos que Bilbao es y seguirá siendo siempre tu casa. Toda la suerte del mundo en lo que venga en adelante".

El director deportivo, Rafa Pueyo, rindió homenaje a un tipo que ha tenido como jugador y luego como compañero de técnico en el mismo departamento: "Me gustaría hablar en nombre de la marea negra, esa afición a la que tantas veces has nombrado en ruedas de prensa. Estoy convencido de que querrían estar aquí para mostrar su apoyo y agradecimientos por todos estos años de trabajo, esfuerzo y compromiso y, sobre todo, amor a nuestros colores. Vamos a seguir tu trayectoria con ilusión y vas a tener muchos seguidores allá donde acabes. Sufriremos con tus derrotas y tus éxitos serán los nuestros. Bilbao es tu casa, el Bilbao Basket tu familia y la marea negra, tu afición. y lo seguirá siendo siempre".

De aquel Mumbrú que apareció por el mastodóntico BEC en 2009 a este que se va del coqueto Miribilla en 2022 han cambiado muchas cosas: "Han llegado tres hijos que han llorado mucho al decirles que nos íbamos. Es difícil explicarles que su aita ha decidido irse, no lo entienden, y no podían explicar a sus amigos esto todavía. Ha habido finales, tocar la gloria, el infierno con un descenso, el cambio de jugador a entrenador... me voy dominando menos de lo que me gustaría el euskera, pero siendo un bilbaíno más", abrió su corazón. El peor momento para él fue el descenso, incluso más amargo que la crisis económica, "porque nos sentíamos que estábamos defraudando a una ciudad, a la marea negra y al club". Y el mejor, el año de la LEB, "viendo que la gente estaba con nosotros y ganando como ganamos la Final Four, y que Javi Salgado se podía retirar de la mejor manera... es de los días más bonitos y que más relajado me dejaron". Ovación cerrada al final en la sala de prensa de Miribilla, de su casa. Leyenda eterna.