El Movistar Estudiantes ya tiene la tercera victoria en la LEB Oro. La segunda seguida fuera, la parte más complicada de la categoría. Primero cayó Melilla y, este domingo, Palma (70-73), en un partido que los colegiales ataron en el tercer cuarto con un parcial 2-16, del 45-44 al 47-60, que comandaron Johnny Dee y Nacho Martín. Entre los dos apilaron 14 puntos en esa carrera hacia el triunfo con una avalancha desde el perímetro: cuatro triples, tres del vallisoletano.

Martín, DaFlow, cerró el duelo con 15 tantos. Es (será) vital para alcanzar el ascenso. Sabe lo qué es la LEB. Sabe cómo se juega en la LEB. Y todo eso, con calidad ACB. Casi nada. Por su parte, Dee es un espectáculo de eficiencia. Necesita muy poco en pista para producir: en Melilla fueron 17 puntos en 17 minutos; en Mallorca, 15 tanto (3/5 de tres) en 18 minutos. Fiabilidad alemana, como se dice.

El Estu no solo ganó por ellos. La palabra clave es fondo de armario… y de calidad. Mientras que los baleares tenían que lanzar a Mendy y Figueras por encima de los 30 minutos (36 y 32, respectivamente) y a Fjellerup y a Kanyinda, un poco por debajo (28 y 27); Cuspinera no paraba de rotar: solo Faggiano superó los 25 por el mal día Nacho Arroyo. Incluso debutó Felipe Dos Anjos, aunque sin mucho acierto: dos faltas muy rápidas y solo 3 minutos de juego. Eso permite a los ramireños mantener presión y ritmo en defensa hasta llevar a su rival a la extenuación y que el oxígeno no corra bien ni por piernas ni por cabeza cuando el encuentro entra en su fase explosiva.

De Jong, Beirán y Sola

Como ocurrió en el primer duelo lejos del Palacio, el Estu comenzó frío. Dominado por el buen hacer de Figueras y la calidad de Fjellerup, no se situaba bien en pista. Entre los dos (y ciertos momentos de Mendy), el Palmer Alma Mediterrànea Palma se mantenía por encima en un primer cuarto (23-21) en el que nadie fallaba. Los ramireño zigzagueaban ante un enemigo sin atrevimiento ni suerte desde el perímetro (3/16). Jugaban en el alambre sin dejar a su rival irse muy lejos en el marcador. Y cuando este lo consiguió (36-28, máxima local) apareció De Jong con cinco puntos seguidos y bien escudado por Beirán. El franco-neerlandés es un refuerzo de lujo. El madrileño, por su parte, no firmó una hoja estadística variadita como en días pasados, pero puso calma y cabeza cuando las alarmas sonaron. Un canasta de Alderete dejaba el empate al descanso (38-38).

En el tercer cuarto llegó la lluvia de Dee y Nacho Martín, precedida de una defensa de altos decibelios (ojo, el papel aquí de Adams Sola) que dejó el jaque mate. Aunque, los mallorquines trataron de dar el susto con un empujón final ayudado por una antideportiva poco inteligente de Poirier a Moreno cuando se disponía a realizar un mate en solitario, con 67-72 y 39 segundos aún de partido. El madrileño falló uno de sus dos intentos y Figueras el triple de la posesión. Martín anotó uno de sus lanzamientos de la personal siguiente y el Movistar continúa invicto en la categoría. Otro pasito más hacia el cielo.