eurochallenge | oldenburg 85 - fuenlabrada 66

Derrota demasiado dura de Fuenlabrada en Alemania

El equipo madrileño saldó con una derrota excesiva su encuentro más difícil de la liguilla de la Eurochallenge, puesto que enfrente tenía a rival más duro de los que forman su grupo.

El Baloncesto Fuenlabrada saldó con una derrota excesiva su encuentro más difícil de la liguilla de la Eurochallenge, puesto que enfrente tenía a rival más duro de cuantos componen el grupo, con experiencia en la Euroliga y jugadores de mucho nivel.

El conjunto madrileño saltó a la cancha cumpliendo con la premisa dada por Porfirio Fisac para la competición europea: protagonismo para los menos habituales, para que cojan ritmo y moral, al mismo tiempo que se repartían minutos entre los que tienen que salvar la temporada en la liga nacional, para que también disfruten de la experiencia europea.

Pero el Oldenburg no es igual que el Norrkoping sueco, al que el Fuenla venció hace siete días de manera fácil. El primer tiempo fue de rachas, con los dos equipos algo dubitativos en sus estrategias, de manera que tanto el ''Fuenla'' como el equipo germano disfrutaron de diversas ventajas mínimas. Con un Mainoldi a un nivel inferior al habitual y con Sené bajo el aro, que aunque mejora en su nivel aún está lejos de Ayón, el Fuenlabrada no consiguió dar sensación de que pudiera doblegar a la escuadra germana en ningún momento. Penney solo no puede ganar un partido.

En el segundo cuarto, se intentó mantener la distancia pero sólo mediante rachas y pequeños parciales favorables en anotación se consiguió llegar al descanso cinco abajo. Siempre estuvo haciendo la goma en el marcador. Pero los problemas llegaron a la vuelta del vestuario. Con una defensa algo blanda, lo que se empeoró con una bajada en el porcentaje de la anotación, los alemanes se escaparon en el marcador.

Primero llegaron a la cifra psicológica de los diez puntos, para superarla poco a poco. Sólo cuando el reloj se acercaba al minuto treinta, en un nuevo arreón, volvieron a dejar la desventaja en la misma diferencia que como empezó el cuarto.

Con las malas sensaciones dadas, y con unos primeros instantes de cuarto mejorables, el equipo volvió a desengancharse en el marcador. Comenzó a pensar en la diferencia de puntos para clasificación final del grupo. Se esforzó en el último cuarto por recortarlas, pero en los momentos decisivos se encontró con las figuras locales: Majstorovic, Chubb y, sobre todo, Paulding, desde la línea de tres.

Y la peor noticia llegó en los últimos dos minutos. Entraba en el 38 sólo doce puntos abajo, y al poco Chubb hacía la quinta personal. Sólo un amago de lo que podría haber sido, puesto que en este tiempo la diferencia se disparaba hasta llegar al final con 19 puntos abajo.

Pudo pesar el que el Fuenlabrada encadenara en tres días dos desplazamientos y la falta de experiencia en estas situaciones, pero la diferencia fue demasiada y esta podría perjudicar mucho al final de la liguilla. Son los dos los llamados a pasar de fase, y con esto, muy bien lo tienen que hacer los de Fisac para arrebatarle el liderato.

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