¿Cholismo? ¡Venga ya!
Con todos los respetos para el estilo preferido de Simeone, tan lícito y digno como otro cualquiera, tildar de “cholista” el juego de este Real Madrid es una estupidez. Por más que le fueran con la patraña a Carletto y este contestara con educación, valorando la implicación de los futbolistas del Cholo con las ideas de su entrenador, nada más, la comparación del planteamiento de los dos equipos es un desatino que no tiene justificación.
El espectáculo que dieron los blancos en Elche está al alcance de muy pocos, con un despliegue de jugadas colectivas y ofensivas que debieron deleitar a cualquiera que estuviera viendo el partido, fuera del equipo que fuese. Al Atlético también mola verlo cuando juega bien, como en San Mamés, intenso, aguerrido, saliendo rápido y con criterio. Ese es el registro que mejor domina hoy por hoy el equipo colchonero, quizás el único, y esa es la gran diferencia con el Madrid, que tiene otros muchos planes de juego y otros planteamientos. Y, claro, tiene unos jugadores que permiten esa metamorfosis. Con Kroos, Modric o Benzema todo es más fácil porque son futbolistas que tienen en la cabeza una idea global del juego y son capaces de adaptarlo al momento y al rival.
Ahora defiendo más atrás, ahora domino en campo contrario, ahora presiono arriba, ahora salgo rápido al contragolpe, ahora mantengo la pelota sin arriesgar... Se lo saben todo. A veces no hace falta ni que Ancelotti levante una ceja en la banda. Intentar equiparar la propuesta futbolística de los dos equipos es un truco de tahúr trasnochado, una trampa en la que no caen ni los aficionados del Atlético de Madrid, que saben muy bien a lo que juega su equipo y a muchos les gusta.