Opinión

Champions League, semifinales sin escondites

Siempre he pensado que llegar a las semifinales de la Champions ya es un valor en sí.

Paris Saint-Germain's French forward #10 Ousmane Dembele (L) fights for the ball with Arsenal's Spanish midfielder #23 Mikel Merino during the UEFA Champions League Semi-final First Leg football match between Arsenal and Paris Saint-Germain (PSG) at the Emirates Stadium in north London, on April 29, 2025. (Photo by Adrian Dennis / AFP)
ADRIAN DENNIS | AFP
Alfredo Relaño
Actualizado a

La Champions sigue moviendo el cedazo, ahora para hacer caer a dos de los cuatro semifinalistas. Siempre he pensado que llegar a las semifinales de la Champions ya es un valor en sí. Da vitola de gran equipo y permite lo que vimos ayer y veremos otra vez hoy: jugar bajo todos los focos, sin competencia de otros partidos, ante los ojos admirados de todas las aficiones. Este tramo sirve para definir a los grandes jugadores. Son partidos sin escondites. Así fue el Arsenal-PSG de anoche en Londres, y así será el Barça-Inter de esta noche en Montjuïc. Partidos que tantos otros miran con nostalgia, porque quisieran estar ahí.

El de Londres fue trepidante, con un arranque soberbio del PSG, que por el lado de Kvaratskhelia abrió la brecha por la que llegaron el gol rápido de Dembélé y un par de ocasiones más. Con su juego de tres toques cortos y uno largo, el PSG amenazó con comerse al Arsenal, que a base de apretar y correr restableció la situación. En la última hora de juego la iniciativa fue suya, pero creó menos peligro del que sufrió en los contraataques del PSG. Digamos que al Arsenal le faltó precisión para la velocidad que le metió al partido y le sobró un paradón de Donnarumma, que está en el mejor momento de toda su carrera.

Ahora le toca al Barça, que encara el partido con la confianza natural tras remontar la final de Copa ante el Madrid, pero que quizá preocupe a Flick. Ese ambiente se resume en la sencillez con que respondió Lamine a la pregunta de si sentía miedo ante el compromiso: “El miedo lo dejé hace tiempo en el parque de Mataró.” La seguridad culé no puede sino aumentar visto el estado en que llega el Inter, metido en su primer pero muy profundo bache de la temporada, que le ha costado la Copa y casi el ‘scudetto’, en el que se ha dejado rebasar por el Nápoles. Le guste o no a Flick, no es fácil dejar de ver al Barça como favorito.

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