Un Clásico en el Bernabéu, siempre de blanco

Siempre me ha gustado que se respeten las tradiciones más sagradas del fútbol. Por eso, tengo claro que es necesario e identitario jugar en tu campo con tu primera equipación. Conste que la camiseta negra que van a lucir el domingo me parece preciosa y elegante, pero en un día de Clásico no toca. Contra el Barça y en el Bernabéu hay que jugar de riguroso blanco como se ha hecho toda la vida. No olvidemos que ese color les pone muy nervioso a los azulgrana, que ya acumulan cuatro años y seis Clásicos consecutivos sin ser capaces de mojarnos la oreja. Ellos identifican la camiseta blanca con ese gigante que lleva 13 Copas de Europa (ocho más que ellos) y que es capaz de protagonizar noches mágicas como la del PSG.

Conste que el negro como segunda equipación me encanta y, de hecho, en París ganamos la Octava al Valencia de forma brillante con tres goles de Morientes, McManaman y Raúl. Por ejemplo, me hubiera gustado que la camiseta negra del 120º aniversario se hubiese estrenado en el Pizjuán ante el Sevilla. Un partido grande que hubiera dignificado ese estreno. Pero el domingo los madridistas nos sentiremos raros al medirnos a ese Barça de amarillo en un Clásico que dará la vuelta al mundo. Espero que sea una excepción y que, como el Madrid es tan grande, el negro nos dé suerte y demos un puñetazo definitivo a la Liga.