PASABA POR AQUÍ | MANUEL COBO

El abismo del Madrid

De los tres desaparecidos, Hazard, especialmente en Elche, parecía haber recobrado algo de la clase que demostró en el Chelsea.

AFP7 vía Europa Press

Aunque en el fútbol, y también en la vida, conviene no olvidar el refrán taurino "hasta el rabo todo es toro", parece que esta Liga la ganará el Real Madrid o el Sevilla. El Madrid suma 54 puntos, cuatro más que los de Nervión. Se le han escapado 18 puntos, en seis empates y dos derrotas. En una sorprendente estadística, ha ganado a todos los equipos clasificados en los primeros puestos de la tabla, excepto al Villarreal, con el que ha empatado sus dos partidos. Y perdió los otros 14 puntos contra los clubes clasificados en los últimos puestos.

Los entrenadores, como los aficionados, tienen sus jugadores preferidos, sus titulares. Que no tienen que ser solo 11, porque para algunos puestos hay titulares fijos, como Benzema (cuánto se le echa de menos), Courtois, los tres centrocampistas, Militao, Alaba, entre otros, y hay demarcaciones en las que puede haber dudas entre varios jugadores. Asensio y Rodrygo son de los que esta temporada pueden salir en la foto inicial. En ausencia de los titulares, debería poder ser alineado de inicio cualquiera del resto de jugadores. Pero en el Real Madrid había, hasta ayer, algunos jugadores separados por un abismo del resto de futbolistas, a los que Ancelotti, antes de ponerlos en el césped desde el pitido inicial, elegía cualquier otra ¿solución?

Gareth Bale, en el partido ante el Villarreal. AFP7 vía Europa Press

Hazard, Bale y Jovic estaban al otro lado del abismo. En el partido copero en Bilbao, con Benzema lesionado, el entrenador prefirió que saltaran al campo futbolistas que habían jugado un partido 48 horas antes, habiendo viajado desde el otro lado del Atlántico y con desfase horario, antes de que lo hiciera ninguno de los del Triángulo de las Bermudas. No salió bien. De los tres desaparecidos, Hazard, especialmente en Elche, parecía haber recobrado algo de la clase que demostró en el Chelsea. Mientras estén en el equipo no puede existir esa brecha. En la Cerámica, con la presencia desde el inicio de Bale, que tuvo el partido en sus botas en varias ocasiones de gol, y de Luka Jovic, que la tuvo en el minuto 91 en un gran pase de Hazard, se ha empezado a cerrar ese abismo. El futuro empieza el martes en la ciudad de la luz.