España cambió los dos puntos que perdió contra Portugal en el Villamarín con el que ganó casi sobre la hora en Praga con cabezazo, soberbio, de Iñigo Martínez. Buen o mal negocio, según cómo se mire, el caso es que a España le han hecho tres goles en tres errores gruesos en cuatro días y así es difícil circular por el Mundial. Carvajal se durmió en el primer gol y Eric Garcia desapareció en el segundo. La fiabilidad del madridista está probada durante los años. Pero con Eric no pasa igual. Es un jugador que ha sido un tiro en categorías inferiores pero el primer nivel le está pasando por encima. Esta temporada ya se le vio en el Barça ante Athletic, Cádiz, Eintracht...

Más asuntos a observar en la Selección. Cuando la República Checa hizo el 1-0, el balón circuló como si fuera medicinal. España casi desperdició la primera parte. Le salvó Gavi, que si no es indiscutible, como advirtió el seleccionador, lo parece mucho. Luis Enrique reaccionó en la segunda parte. Puso piernas con Ferran, Morata y, finalmente con Llorente, criterio con Busquets y talento con Asensio. El madridista, en esa carrera final por el Mundial, dio un gol, estrelló un balón en el palo y puso otro en la cabeza de Ferran que también terminó en la madera. Si Luis Enrique le puso a prueba con una especie de concurso de méritos, Marco salió fortalecido de Praga.