Correa atrae feligreses a su hermandad

Partida de ajedrez lo vivido en La Cerámica con dos tiempos bien diferentes, donde los entrenadores fueron intervencionistas para bien. En los primeros 45 minutos la disposición de Emery en convertir a Foyth en tercer central hizo que tanto Cunha como Correa estuviesen en inferioridad a la presión, lo que provocó salida limpia de pelota de uno de los centrales; los cambios de orientación y filtrando balones a Moi y Trigueros dejaron en inferioridad a los rojiblancos que llegaban mal y tarde. Bien por Unai.

La segunda parte tuvo un nombre propio en lo táctico, el movimiento de Lemar. El francés empezó a salir a presionar a Foyth, igualando la posesion y el juego. Lemar se ha convertido en otro discípulo del “si se cree y se trabaja, se puede” y su compromiso en el segundo tiempo fue determinante. Algo que también acompañó fue la entrada de Vrsaljko, dándole vuelo a Llorente y cambiando de banda a un Carrasco, que a pierna cambiada me parece más incisivo. Bien por el Cholo.

Partido enriquecedor para los amantes de la pizarra, donde ambos entrenadores demostraron con sus propuestas y volantazos que los banquillos de sus equipos están muy bien cubiertos. Mención aparte el enemigo número uno de esas pizarras, Correa, que de nuevo con su obra de arte en el primer gol y su giro en el segundo, sigue atrayendo feligreses a su hermandad.

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