Barça y Madrid pasan sin gloria

El ‘baby Barça’ pasó un mal trago en Linares. Salió de nuevo con un equipo remendadísimo, esta vez con la delantera en pleno confiada a los chiquillos, Riqui Puig de fogonero en la media junto a Busquets y el reestreno de Alves, cargado de años y buenas intenciones. El entusiasmo del Linares les puso en apuros con su gol en el 19’. Tras el descanso Xavi sacó a Piqué, Frenkie de Jong (que se lesionó) y Dembélé para enderezar la cosa. Dembélé empató con un tiro en el que falló el meta Razak y luego hizo un jugadón que acabó en el larguero. ¡Ay, Dembélé! Jutglà, delantero con mirada de delantero, marcaría el segundo, imparable.

Eso vino acompañado de un gol anulado al Linares por un quítame allá un fuera de juego posicional y un tirazo a la escuadra de Neto, dos jugadas que pudieron encaminar el partido en otra dirección. Pero pasó el Barça y todos pasamos a otro canal para ver al Madrid, que aunque ganó 1-3 dio un sainete. Se adelantó con un gol de córner, muy bien ejecutado, eso sí, y tras empatarle Vega en un jugadón, remató el partido con dos tantos muy seguidos, ambos de rebote. Tres llegadas a portería, tres goles, los dos últimos con toque decisivo del balón en un contrario. Todo sobre un fondo de desinterés del que se puede excluir a Camavinga, Militao y Alaba.

Me gustó la actitud de Camavinga, que jugó con el ahínco que debe poner un suplente que quiere dejar de serlo. Lo contrario que Valverde (¿qué le ha pasado, dónde está aquella fortaleza?) y varios otros, que parecían sentir su presencia en Alcoy como un castigo. La suerte les resolvió la noche, pero no mandaron mensajes de esperanza para el futuro. Al menos pudimos ver durante cinco minutos a Ceballos, por fin repuesto de aquella lesión el primer día de los JJ OO cuando estaba haciendo el partido de su vida. La Copa liquidó ayer al Celta a pies del Atlético Baleares, el equipo de moda, pero Barça y Madrid se salvaron, aunque sin gloria.