Dos Juegos mejor que uno
Las noticias sobre unos Juegos Olímpicos en España se han sucedido en las últimas fechas en un doble frente. Por un lado, la candidatura de Invierno de Pirineos 2030. Por otro, la de Verano para Madrid 2036. Ambas tienen muchas opciones de progresar, pero las dos se han enfangado por cuestiones políticas. Empecemos, cronológicamente, por la primera. La aspiración pirenaica se centró en su origen en Barcelona y en Cataluña, pero ahora se ha ampliado a Aragón, en consonancia con la nueva filosofía del COI, que anima a sedes regionales, no centralizadas en una ciudad, como se hacía hasta ahora. La intención del presidente español, Pedro Sánchez, es convertir esos Juegos en “un proyecto de país, de Estado” y situar a ambas comunidades “en pie de igualdad”. Si no existe esa igualdad, Aragón se borra del camino. Y si se queda sola Cataluña, se puede convertir en una bandera para otros intereses políticos y territoriales. De hecho, Pere Aragonés, el presidente catalán, ha dicho que espera que su comunidad sea ya un país independiente en ese 2030.
En esas estábamos cuando la vicealcaldesa, Begoña Villacís, remató el balón que le puso Alejandro Blanco, el presidente del COE, para anunciar a Madrid como candidata a 2036, una iniciativa que el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, frenó por estimarla precipitada. Almeida y Blanco se reunieron ayer, y del encuentro ha salido “una puerta abierta”. Traducido: habrá candidatura sí o sí. No se ha formalizado porque anda en pañales, y porque necesita luz verde del Gobierno, que anda a vueltas con los Pirineos. La intención, sin embargo, viene de largo. Y los contactos con Blanco, también. El COI ha elegido las últimas tres sedes a dedo, eso ha cambiado: París 2024, Los Ángeles 2028 y Brisbane 2032. Esa es la garantía que va a exigir Madrid, para no quedarse con la misma cara que en sus otras intentonas.