El COE aprieta a Almeida para ir a por Madrid 2036

El mundo del deporte anima a Madrid a realizar una nueva intentona olímpica para 2036. Y en paralelo en los despachos se va cociendo una candidatura que no sería tal y como se conocieron las de 2012, 2016 y 2020 que dejaron una sensación de tremenda decepción. Hasta de engaño, después de que la última fuese la mejor puntuada por la Comisión de Evaluación y, sin embargo, los Juegos volasen a Japón.

Hoy, el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, durante el congreso de la Asociación de la Prensa Deportiva en Teruel, animó al ayuntamiento a hablar cuanto antes con el Comité Olímpico Internacional y saber si un proyecto de Madrid encajaría. Su vicealcaldesa, Begoña Villacís, se apresuró a anunciar por la tarde una candidatura en La Ventana de la SER y el equipo del alcalde José Luis Martínez-Almeida le paró los pies y salió a desmentir rápidamente la noticia. Hay intención, pero sólo saltarán a la arena si desde el COI se da una luz verde inequívoca. Y faltan contactos y un proyecto madurado.

SIN PRECIPITARSE

Blanco pretende cerrar próximamente un encuentro con Martínez-Almeida y animarle a dar a conocer a Thomas Bach la disposición de Madrid. En paralelo, desde el Ayuntamiento se trabaja para volver a posicionar a la ciudad en el mapa deportivo tras el parón después de las tres candidaturas fallidas. “Madrid está haciendo los deberes para volver a ser una referencia en el deporte”, apuntó Almeida en julio en un acto de Madrid Futuro. “No voy a hacer spoiler, estas cosas se llevan con discreción”, respondió cuando se le preguntó si la capital optaría a los Juegos.

Madrid será en 2022 ‘Capital Mundial del Deporte’, un sello que pretende recuperar la ilusión, atraer más eventos de carácter nacional e internacional y rehabilitar y promover instalaciones. En los Acuerdos de la Villa de julio de 2020, con la unanimidad de todos los grupos políticos, ya se acordó la creación de un Comité de Atracción y Promoción de Grandes Eventos Deportivos aún por cristalizar. Una labor de seducción, ese ‘trabajo discreto’ previo a mostrarse ante el COI a pecho descubierto.

NUEVAS NORMAS

El pasado julio en Tokio, por primera vez, se otorgaron sin votación abierta los Juegos del 2032 a Brisbane (Australia). El Comité Olímpico Internacional (COI), ante la desafección hacia el movimiento olímpico (París 2024 y Los Ángeles 2028 se dieron ‘a dedo’ para ganar tiempo al no haber más candidatas serias) cambió en 2019 las reglas. Adiós a procesos costosos, visitas a las ciudades de comisiones, cónclave con presentaciones y discursos de los líderes políticos y mucho desgaste. Ahora, el COI trata el proyecto con la ciudad o región, su Ejecutiva propone una ‘Ciudad preferida’ y la Asamblea ratifica, como ocurrió en Japón.

Bach describió durante la Asamblea del COI cómo es el “procedimiento flexible”: “La reforma permite al COI trabajar junto a las ciudades, regiones y países para impulsar proyectos olímpicos con el uso de un gran porcentaje de sedes existentes y temporales, lo que va en línea con los planes de desarrollo a largo plazo”.

Blanco, desde Teruel, dio algunas claves de por dónde podrían ir unos Juegos sin la obligación de concentrar todo en la ciudad. “Madrid podría hacer unos Juegos extraordinarios construyendo sólo una Villa Olímpica. No tenemos piscina olímpica: Sant Jordi (Barcelona). No tenemos velódromo: Valencia o Palma de Mallorca. No tenemos remo y piragüismo: Sevilla o La Seo. Así es como está ahora planteado: mínimas inversiones para organizar unos Juegos”, apuntó. La interconexión mediante líneas de alta velocidad mitigaría la dispersión.

El presidente del Comité Paralímpico, Miguel Carballeda, en el mismo marco, ofreció otra razón para optar a 2036: “Se cumple un siglo del episodio lamentable de la Guerra Civil que no somos capaces de quitarnos de encima. Y los Juegos son entendimiento y, sobre todo, paz”. Las llamadas a Almeida se suceden. Falta que se ponga al frente.