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Saúl Craviotto es el nuevo rey

El deporte olímpico español tiene nuevo rey: Saúl Craviotto. Después de colgarse la plata como miembro del K4 500, el ilerdense ha empatado en la cima a cinco medallas con el también palista David Cal, aunque, por el color de los metales, Saúl estaría por delante en un medallero imaginario con dos oros, dos platas y un bronce, aunque no es menos cierto que el gallego conquistó sus cinco éxitos en solitario. Podemos ponerle todos los matices que queramos, y ampliar el debate a cuál de las dos trayectorias tiene más mérito, pero la realidad es que ambos son dos leyendas, y han sido responsables del crecimiento del piragüismo nacional, que ya suma 19 medallas históricas, tres de ellas en Tokio 2020, y acosa de cerca a la vela, que tiene 21 y siempre fue el principal vivero de España en unos Juegos.

Craviotto ha sumado la quinta en una gran apuesta, el K4, que es la embarcación estelar del piragüismo, la que marca la categoría de un país en esta disciplina. La competición deparó el duelo esperado con Alemania, como ha sucedido durante todo el ciclo olímpico, en el que sí se ha logrado batir en alguna ocasión al prestigioso cuarteto germano. Esta vez tocó la plata, tras navegar por delante durante los dos primeros tercios de la carrera. Lo que significa Craviotto para el piragüismo y el deporte se pudo comprobar después en el podio, cuando sus tres compañeros le pidieron que fuera él quien les impusiera las medallas. Marcus Cooper, que se ha convertido en plurimedallista con su segundo metal, Carlos Árevalo y Rodrigo Germade también forman ya parte de la historia del olimpismo, como en su día entraron José María Esteban Celorrio, José Ramón Díaz Flor, Herminio Menéndez y Luis Gregorio Ramos Misioné, los pioneros de aquel K4 que fue plata en Montreal 1976.

David Cal, que comentó la prueba en TVE, se manifestó orgulloso de convivir en la cumbre olímpica con Craviotto. Antes de comenzar los Juegos, Cal sabía que era muy difícil salir de Tokio sin haber sido igualado, porque Saúl tenía dos balas, una de ellas prácticamente infalible, y también estaba a tiro de Mireia Belmonte, que en la final de 400 metros estilos se quedó a 23 centésimas del bronce. Una vez que el ilerdense fue séptimo en el K1 200 y Mireia no se logró meter en más finales, nadie ha podido superarle en estos Juegos Olímpicos, pero quizá sí caiga en los siguientes, porque Craviotto, en contra de lo que sus 36 años pudieran indicar, ha anunciado que de momento sigue, así que no hay que descartarle para París 2024. España tiene todavía recordman para rato.