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Sandra Sánchez ya es eterna

Sandra Sánchez y Alberto Ginés se convirtieron este jueves en los primeros campeones olímpicos de sus respectivos deportes, kárate y escalada, dos disciplinas que han debutado en el programa de unos Juegos en Tokio 2020. Ambos son pioneros. Y así figurarán para siempre en la historia del olimpismo. La presencia del kárate, sin embargo, será efímera, porque se estrenó en esta edición por gracia de su país de origen, Japón, pero desaparecerá del calendario en París 2024, sólo tres años después. Una decisión que ha causado mucha indignación en este arte marcial, y con razón, al haber sido excluida de la familia olímpica antes de haber podido demostrar su verdadero potencial al mundo.

La política actual del Comité Olímpico Internacional avanza en dirección contraria a deportes como el kárate, que tuvo su auge en los 70 y los 80, en coincidencia con el mito de Bruce Lee, o incluso de Chuck Norris, que lograron llenar los gimnasios. En esa época, el COI no supo o no quiso ver el crecimiento de un deporte que llevaba décadas llamando a las puertas de los Juegos, que siempre encontró cerradas, entre otras cosas, porque el programa ya alberga suficientes disciplinas de combate: judo, boxeo, taekwondo, lucha, esgrima… Aquello que no valoró entonces, la cercanía de la juventud a una actividad, sí lo lleva explorando en los últimos tiempos. A partir de los 90 echó el lazo al triatlón, al mountain bike, al snowboard, al BMX… Y más recientemente ha abrazado a deportes jóvenes y urbanos como el skate, el basket 3x3, el surf y la escalada, todos ellos debutantes en Tokio. En París entrará también el break dance, precisamente la alternativa que ocupará el hueco del kárate. Los Juegos tiñen las canas.

Así, la casualidad ha querido que dos españoles se coronen como pioneros de dos disciplinas de estreno, pero mientras una de ellas, la de Sandra Sánchez, está condenada al olvido a corto plazo; la otra, la escalada, tiene un brillante futuro por delante, tan grande como el de su primer campeón olímpico, Alberto Ginés, extremeño de 18 años. Curiosamente, mientras Sandra se ha convertido en la mujer española más mayor en colgarse un oro, con 39 años; Alberto se erige como el hombre más joven, si Pedri no lo evita este sábado. Un contraste simbólico. El kárate no seguirá, pero al menos Sandra, que lo ha ganado todo en katas, ya es eterna en la historia del olimpismo y del deporte español.